En los últimos días habrá visto, leído y oído que acaba de llegar a España la vacuna contra el colesterol. Pues bien, siento decirle que ni es una vacuna, ni se la puede poner todo el mundo ni le da vía libre para poder hincharse a comer grasas saturadas y alimentos ultraprocesados.
Su nombre es Inclisirán y es un nuevo fármaco que, a juzgar por los estudios realizados, funciona muy bien reduciendo las cifras de colesterol LDL, el malo, en pacientes con alto riesgo. Esta inyección es la primera de una nueva serie de medicamentos tecnológicos que, sin duda, revolucionarán la medicina en los próximos años.
¿Pero es una vacuna o no?
No es una vacuna, es un medicamento inyectable que se administra cada seis meses. Si fuese una vacuna después de pincharlo el sistema inmune del paciente crearía anticuerpos para luchar contra el colesterol, y esto no va a suceder.
Además, este fármaco ayuda a reducir las cifras de colesterol pero siempre que llevemos un estilo de vida saludable, no es algo que nos inmunice contra ese LDL para poder comer lo que nos apetezca.
¿Cómo funciona?
Utilizando la tecnología de ARN mensajero, la misma que utilizaban las vacunas contra el coronavirus y quizás de ahí venga la confusión de llamarle vacuna aunque este fármaco utilice mecanismos diferentes.
Una vez inyectado en el paciente, los fragmentos de ARN que contiene se pegan al ARN mensajero de nuestro cuerpo responsable de que se produzca la proteína PSCK9, que no es otra que la que eleva los niveles de LDL en sangre. Una vez pegados nuestro cuerpo piensa que se trata de una copia de ARN errónea y la destruye, reduciendo de este modo los niveles de colesterol malo.
¿Realmente baja el ‘colesterol malo’?
Los estudios que se han presentado ante la Agencia Europea del Medicamento para su aprobación son claros: a partir de los catorce días se empiezan a ver resultados y al segundo o tercer mes las cifras de colesterol LDL bajan hasta un 54%, y se mantienen mientras se siga inyectando.
Eso sí, el 94% de los pacientes que participaron en los estudios seguían tomando la dosis máxima tolerada de estatinas mientras se ponían estas inyecciones y tenían unos hábitos de vida saludables.
¿Puedo pedir que me pongan esta inyección?
El tratamiento con Inclisirán no es para todo el mundo que tenga el colesterol alto, hay que cumplir una serie de requisitos para poder recibirlo.
Es un fármaco destinado a personas con un riesgo cardiovascular elevado: pacientes ya que están tomando la dosis máxima posible de pastillas contra el colesterol, están haciendo ejercicio físico y siguiendo una dieta saludable pero aún así no consiguen reducir esas cifras de LDL.
Sólo en ese caso se añadirá al tratamiento de los pacientes estas inyecciones semestrales para reducir el riesgo que tienen de sufrir, por ejemplo, un ictus o un infarto de miocardio.
¿Tan importante es tener bien las cifras de colesterol?
El problema realmente no es tanto el colesterol si no la enfermedad cardiovascular, esa es la que hay que evitar, y tener unos niveles adecuados de colesterol es importante para no sufrirla.
Pero en esta enfermedad cardiovascular también influyen otras cosas como por ejemplo la tensión arterial, así que si sólo nos preocupamos del resultado del análisis de sangre pero no damos importancia a la presión que sufren nuestras arterias no estamos previniendo de forma adecuada el ictus o el infarto.
La enfermedad cardiovascular no es ninguna tontería, ya que es la primera causa de muerte y de hospitalización en España, llevándose la vida de 120.000 personas cada año sólo en nuestro país.