Ciencia y Salud,Embarazo,Ginecología,Mujeres,parto,poder,riesgo,salud,Televisión El Hospital Gregorio Marañón atiende con éxito el parto de una mujer con una enfermedad grave y rara

El Hospital Gregorio Marañón atiende con éxito el parto de una mujer con una enfermedad grave y rara




El Hospital Universitario Gregorio Marañón pudo atender Embarazo exitoso y parto muy complicado para una mujer de 34 añoscon dos cesáreas previas y diagnosticada Placenta acretaque es una condición muy rara y peligrosa que pone en riesgo su vida y la del niño.

equipo de 25 profesionales Compuesto por anestesiólogos, radiólogos intervencionistas, obstetras, urólogos y neonatólogos, junto con parteras y personal de enfermería, se ha desarrollado un programa de trabajo detallado para hacer frente a esta condición. el El paciente fue operado con éxito Y ya fue dado de alta del hospital con su hijo.

Este hospital es un centro de referencia para la atención de embarazos y partos de alto riesgo, Cuenta con un equipo humano multidisciplinar y equipamiento tecnológico Imprescindible para minimizar posibles complicaciones y así poder manejar procedimientos delicados como los que se han vuelto a realizar con éxito.

¿Cuál es la complejidad?

el Placenta acreta El condición principal ¿Qué sucede durante el embarazo cuando La placenta está profundamente adherida a las paredes del útero., llegando a invadir los músculos del útero e incluso puede afectar a otros órganos. Suele haber pocos casos y en el Hospital Gregorio Marañón Hay unas cinco pacientes con este problema por cada 5.000 nacimientosque es menor en casos muy graves como este.

En todos ellos puedes Poner en peligro la vida de madre e hijo Y deben ser atendidos en un quirófano en lugar de una sala de partos, lo que requeriría una cesárea programada seguida de la extracción del útero. También hay Evaluar la posible afectación de los órganos circundantes. Al igual que la vejiga, conlleva un alto riesgo de sangrado durante y después del procedimiento.

En este último caso diagnosticado en el Hospital General Gregorio Marañón, La lesionada fue asistida en la unidad obstétrica de alto riesgo Permaneció en el hospital durante tres semanas antes de dar a luz. Gracias a esta atención muy específica, fue posible detectar las adherencias placentarias que padecía, lo que permitió planificar una cuidadosa intervención multidisciplinar para reducir los riesgos durante el parto por cesárea.

Todos los pasos están programados.

La cesárea se realizó en la sala de hemodinámica del Hospital Materno Infantil, un recinto equipado con alta tecnología que permite Trabajo conjunto de todos los especialistas esencial en el nacimiento de estas propiedades. Los radiólogos intervencionistas, tras monitorizar la anestesia del paciente, realizaron un cateterismo arterial femoral bilateral y colocaron un balón de oclusión intraaórtico. Una vez inflado, el balón reduce la cantidad de sangre que llega a la pelvis y por lo tanto reduce el sangrado cuando se realiza una histerectomía después del parto.

Más tarde La cesárea se realizó extrayendo el feto y cerrando el útero sin separar la placenta. Tras comprobar la integridad de la vejiga y su no afectación por ginecólogos y urólogos, se infló el balón y se realizó una histerectomía completa. La intervención fue exitosa y El ciclo de la madre después de la cirugía fue normal.tres días después de la operación.

El bebé nació en perfectas condiciones.s, aunque por su prematuridad fue trasladado a la unidad de cuidados intermedios neonatales. Tanto la madre como el niño han sido dados de alta del hospital y ya no necesitan ningún tipo de seguimiento especial.

Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Gregorio Marañón, Santiago Lizárragaexplicó que «Cada nivel de protocolo de atención realizó sus propios estándares de desempeño durante la intervención.El objetivo de esta planificación era armonizar todas las estrategias de tratamiento disponibles» en este centro de salud.Combinar todos los servicios que puedan ser necesarios para cuidar de la condiciónPara evitar la posibilidad de un sangrado peligroso que pueda poner en peligro la vida de la madre y el niño.

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