Conocer los primeros días de la vida humana ya es posible. Desde junio hasta ahora la revista Nature ya se ha hecho eco de los principales avances que diferentes equipos han hecho por desvelar qué pasa en el momento de la concepción. Todo ello, en un laboratorio, sin espermatozoides ni óvulo. Y tan solo para observar hasta el día 14, fecha que marca la legalidad bioética para este tipo de ‘experimentos’.
El trabajo del investigador palestino del Instituto Weizman, Jacob Hanna, que circuló por la comunidad científica a modo de preprint (publicación sin revisar) tras el anuncio que realizó en un foroMagdalena Zernicka-Goetz, de la Universidad de Cambridge, sobre un avance similar y que causó un revuelo general, ha sido publicado hoy en la revista científica.

Jacob Hanna: «No implantaremos embriones sintéticos en úteros humanos»
Jacob Hanna: «No implantaremos embriones sintéticos en úteros humanos»

Dudas éticas y científicas de los primeros modelos de embriones sintéticos humanos
Dudas éticas y científicas de los primeros modelos de embriones sintéticos humanos
Un paso que Hanna necesitaba para que la comunidad otorgase la credibilidad necesaria al avance. «Primero teníamos que dar a conocer los resultados en una revista científica», apuntaba en una entrevista a EL MUNDO el pasado mes de junio. «Normalmente no hablamos con la prensa hasta que tenemos el aval de la revisión de los mismos y la publicación en una revista oficial».
Una vez ya en una publicación oficial, se pueden conocer los detalles de los modelos desarrollados por el instituto israelí. Los embriones sintéticos que muestra Hanna permiten observar las hormonas que confirman los positivos en una prueba de embarazo en el laboratorio. Lo cierto es que con este paso se pueden poner sobre la mesa preguntas a las que dar respuestas a través de interrogatorios experimentales hasta ahora inaccesibles, desde el momento de la primera fase de la postimplantación del cigoto en el útero hasta el desarrollo de la perigastrulación.
Para construir ese modelo sintético, el material de partida se compuso de células madre pluripotenciales que fueron reprogramadas para obtener el potencial de convertirse en cualquier tipo de tejido del cuerpo humano. Después se emplearon diferentes sustancias para ‘persuadir’ para que se adoptaran otras funciones clave en las primeras etapas del embrión.
Aquí destacan las células epiblásticas, que se convierten en el embrión propiamente dicho (o feto); las células del trofoblasto, que se convierten en la placenta; las células hipoblásticas, que se convierten en el saco vitelino de soporte; y, las células del mesodermo extraembrionario.
En el artículo, los científicos manifiestan que «a diferencia de las propuestas anteriores, este modelo muestra características definitorias de los modelos de embriones integrados, incluidos todos los linajes del embrión postimplantación (aunque algunas subpoblaciones pueden necesitar apoyo experimental adicional) y la organización estructural».
Dado que el equipo de Hanna ya había conseguido los modelos experimentales en ratones, dieron el paso a repetir la experiencia con células humanas. Los embriones sintéticos generados imitaron la arquitectura 3D y los hitos clave del desarrollo de embriones humanos desde los siete a los ocho días después de la concepción hasta 13 a 14 días después de la misma.
Con ellos se abre una oportunidad clave para dar respuestas a incógnitas de fertilidad o de prueba de medicamentos durante este periodo de la gestación. «Podremos conocer y dar respuesta a las patologías que se origen en esta etapa, por ejemplo. E, incluso, probar medicamentos, porque las autoridades regulatorias, como la FDA, impiden realizar ensayos clínicos en las mujeres embarazadas. Estos modelos de embriones nos van a enseñar mucho de las etapas más importantes del desarrollo celular», subrayaba Hanna.
Otras propuestas de modelos de embriones sintéticos
Junto a Hanna, y casi a modo de competidor directo, está el equipo de la científica polaca Magdalena Zernicka-Goetz. Ella lidera un grupo internacional de científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y del Instituto Tecnológico de California (EEUU) que publicó su avance en Nature, semanas después de la polémica global.
El laboratorio de Berna Sozen, de la Universidad de Yale, también anunció antes de verano un nuevo hito en la competición por crear embriones sintéticos: sus células madre pluripotentes humanas se autoorganizan en estructuras que imitan el desarrollo embrionario en los días 9-14 tras la fecundación e incluyen tejidos extraembrionarios. Su avance vio la luz en Nature al tiempo que el anterior.