María Lorenz No dejes de coleccionar trofeos. El año pasado, una investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CBMSO, UAM-CSIC) fue galardonada por la Real Academia Nacional de Medicina de España con el Premio Nacional de Investigación Gabriela Morreale para Jóvenes de la Región. Medicina y Ciencias de la Salud o XXIII Premio a la Innovación Científica para Jóvenes Investigadores en la categoría de Investigación Básica de la Fundación Pfizer, entre otros galardones. Todas estas distinciones rinden homenaje a sus contribuciones en el campo de la neurobiología, “que han convertido su trabajo en un referente internacionalmente reconocido en el estudio de la capacidad regenerativa del cerebro humano”.
Llorens pudo demostrar que nuevas neuronas se producen continuamente en el hipocampo a lo largo de nuestra vida, resolviendo un largo debate sobre la neurogénesis en la edad adulta. Específicamente, su investigación reveló La presencia de células madre que se dividen y conducen a la multiplicación de células y se convierten en células nerviosas.proceso que se ve alterado cuando están presentes enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Este importante descubrimiento fue posible gracias a una colaboración Banco de Tejidos Corporación CIEN. “Sus aportes nos han permitido trabajar con muestras de cerebro humano con un excelente grado de conservación”, confirma Lorenz por teléfono. “Nos dimos cuenta de que para estudiar este fenómeno único que ocurre específicamente en el hipocampo y no en otras regiones del cerebro, las muestras que normalmente se almacenan en bancos de cerebros no nos servían por el tipo de procesamiento que normalmente se llevaría a cabo. Fué completado «.
A continuación, la investigadora contactó con Alberto Rabano, director científico del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN en Madrid e inició un proyecto para crear una futura matriz. Las nuevas muestras que utilizaron fueron sometidas, a diferencia del procedimiento habitual Las instalaciones son muy cortas.por un plazo no mayor de 24 horas para su custodia.
“Cogimos los cerebros de varias personas, dividimos todo el hipocampo en partes pequeñas y fijamos cada una en un momento diferente”, detalla Llorens. “Y comprobamos que cuando fijamos las muestras durante un tiempo breve, vimos neuronas inmaduras. En cambio, si las fijamos durante más tiempo, ya no podremos verlas, y las señales de estas nuevas neuronas habrán desaparecido. Vimos que había neuronas allí, pero no pudimos verlas hasta que descubrimos el camino correcto».
Gracias a un proyecto europeo, el equipo está trabajando ahora en la aplicación. Técnicas de microscopía de alta resolución Para poder estudiar estas células con más detalle. Su propósito es analizar por qué la neurogénesis no funciona bien en personas con enfermedades neurodegenerativas, y así explorar estrategias para restaurar esta capacidad en los pacientes.
“Gracias a la generosidad de nuestros donantes ya la valiosa colaboración del Banco, podemos seguir trabajando”, señala Llorens. “Sin ellos, nuestra investigación se limitaría a estudiar el cerebro en ratones, que es muy interesante, pero no es lo mismo ni da los mismos resultados que estudiarlo en humanos”.
también alino martinez, jefe del Grupo de Neuroplasticidad y Neurodegeneración de la Facultad de Medicina de Ciudad Real, confirma la solidaridad de las personas dispuestas a donar su cerebro y el trabajo de los bancos. Es otro investigador español que trabaja a menudo con muestras humanas procedentes de donaciones.
Una de sus principales líneas de investigación estudia los vínculos entre el sistema olfativo y trastornos como el Parkinson, el Alzheimer o la enfermedad de Huntington. “Sabemos que la disminución de la capacidad de percepción de los olores es uno de los primeros signos de estas enfermedades”, explica.
Su equipo está realizando estudios histológicos y proteómicos para desvelar las claves de estos trastornos y, entre otros objetivos, tratando de identificar biomarcadores que permitan predecir la enfermedad. También analizan las diferencias entre hombres y mujeres en el desarrollo de estas dolencias.
«siempre digo que lo hacemos NeuroarqueologíaDice Martínez. “Porque, por ejemplo, recibimos una muestra de una persona que padecía una enfermedad degenerativa desde hacía 15 años. Después de la muerte, este cerebro se congeló a -80°C o en una tina de formaldehído durante cinco o diez años. Y cuando llegamos a nuestro laboratorio, nuestro trabajo es reconstruir lo que sucedió allí, ver los efectos en las células, en las proteínas o en los tejidos, y reconstruir esa historia al revés. Estamos investigando en el pasado».
El primer banco de cerebros establecido en España fue el Hospital Clínic de Barcelona, a principios de los 90. En un principio, la actividad de las principales tiendas de telas se limitaba a tres o cuatro núcleos, pero afortunadamente se cubría prácticamente todo el territorio nacional.
Todos ellos se fusionan en Red Nacional de Biobancos, una iniciativa del Instituto de Salud Carlos III que agrupa a 39 instituciones de toda España, entre biobancos hospitalarios, biobancos en red autonómica, biobancos en red o biobancos de los principales institutos de investigación sanitaria. “Es imperativo asegurarse de que todos los que quieran donar puedan hacerlo”, dice Martínez. «Este acto generoso es invaluable para la investigación».