Fumar mata. En España, hay una muerte cada 11 minutos a causa del tabaco y se estima que es responsable del 30% de todas las muertes por cáncer. Si no hacemos algo, el tabaco y sus derivados nos seguirá matando. Y pese a estos datos la industria del tabaco continúa reinventándose para no perder clientes ni baje su negocio.
En los años dorados de Hollywood, usaba a las estrellas de cine para promocionar sus productos haciendo que el consumo del tabaco fuera algo glamuroso. Después puso el foco en la mujer con un nuevo producto diseñado especialmente para ellas, los famosos Virginia Slims, en los que utilizaban el feminismo como reclamo publicitario. Ahora son los más jóvenes y para ellos ponen en circulación nuevos dispositivos haciéndolos pasar por menos nocivos y una opción para dejar de fumar. Ni entonces, ni ahora, la industria ha dejado de ocultar que sus productos, el tabaco convencional y los nuevos dispositivos, perjudican a la salud y matan.
Si antes eran los cigarrillos, ahora son los vapeadores. Si antes eran las estrellas de Hollywood, ahora son los Influencers. Un estudio de nuestra Asociación muestra que 9 de cada 10 jóvenes están expuestos al humo digital a través de redes sociales y plataforma on demand. Además, el 57,2% de estos jóvenes cree que fumar está de moda porque lo hacen actores, streamers o infuencers.
El consumo temprano de cigarrillos electrónicos empuja a adolescentes y niños a ser fumadores tradicionales en el futuro
El consumo temprano de cigarrillos electrónicos empuja a adolescentes y niños a ser fumadores tradicionales en el futuro
El váper llega al cole: «El cáncer sabe a melón, sandía, mandarina o menta»
El váper llega al cole: «El cáncer sabe a melón, sandía, mandarina o menta»
Posteriormente, un análisis para cerrar el zoom en las redes mostraba que más de 13 millones de seguidores jóvenes fueron impactados entre 2018 y 2023 con contenidos que mostraban tabaco y nuevos dispositivos. Así las cosas, no nos puede extrañar que los jóvenes se inicien antes en el consumo de tabaco, a los 15 años, y que 1 de cada 2 estudiantes de entre 14 y 18 ha consumido cigarrillos electrónicos alguna vez. Y esto solo en el ámbito digital.
La estrategia también pasa por poner puntos de venta de fácil acceso a los jóvenes en lugares donde se divierten y socializan, en establecimientos atractivos y modernos, donde prima los códigos gráficos juveniles, e incluso colocando estos productos en tiendas y grandes superficies al lado de golosinas o en los viales de las cajas. Cualquier cosa vale para que el consumidor no vea peligro en usar estos nuevos dispositivos como por ejemplo que regalen un vapeador a una niña por su comunión.
La industria es la misma, pero la estrategia ha cambiado. El objetivo ahora son los jóvenes y se erigen las multinacionales del tabaco como adalides de una sociedad sin tabaco y sin humo. Para ello están haciendo dos cosas: aumentar su presencia pública abanderando una sociedad sin tabaco convencional, sin humo, y, por otra, aumentando sus inversiones en novedosas soluciones que se venden como más saludables como tabaco calentado, vapers, cachimbas… disfrazándolos de colores llamativos y sabores amables.
Las crecientes promociones de sus dirigentes en los medios de comunicación difundiendo las «bondades» de estos nuevos productos, mostrándose como defensores de una sociedad libre de tabaco convencional y de humo es directamente proporcional a su necesidad de mantener un negocio que perjudica a la salud y mata. Omiten las consecuencias reales para la salud que son tan negativas como ser un intenso factor de riesgo para el desarrollo del cáncer, además de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Publicitar que el tabaco calentado o los vapers generan un humo más saludable, resulta muy peligroso para nuestra sociedad. Para nuestros hijos y para nuestros nietos. Ya hay evidencia científica que demuestra que los vapeadores no son inocuos para la salud. Son adictivos, aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y podrían aumentar el riesgo de cáncer.
El tabaco calentado libera sustancias que son cancerígenas como la acroleína, el acetaldehído y el formaldehído. Respecto a los vapeadores, ya hay registros en Estados Unidos de una enfermedad directamente relacionada con los vapeadores, origen y consecuencia de su consumo, que afecta a personas jóvenes: EVALI, daño pulmonar potencialmente mortal. No olvidemos que este tipo de dispositivos se están convirtiendo en la puerta de entrada al tabaquismo, ya que la falta de una regulación legal al respecto permite su consumo en establecimientos cerrados o su venta en establecimientos que no sean estancos. ¿Queremos hipotecar la salud y la vida de nuestros jóvenes? ¿Es necesario que consuman este tipo de productos? ¿Por qué miramos hacia otro lado?
Extremadura, líder en consumo
Si hacemos zoom en Extremadura, las tendencias son aún más marcadas, las dos provincias extremeñas encabezan el ranking del Ministerio de Sanidad en su informe sobre consumo de tabaco en el 2022. Nada más y nada menos que el 43,3% de extremeños fuma a diario, desbancando de la primera posición a Murcia (primera en el ranking de 2019-2020) y a Asturias (encabezando el listado de 2017) y 2.000 personas mueren cada año en nuestra comunidad debido al tabaco. Lo más grave es que hace tan solo una década, en Extremadura fumaba el 34% de la población, registrándose un espectacular aumento de casi 10 puntos.
Tenemos que proteger a la población del tabaco y los nuevos productos para protegerles del cáncer. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer somos conscientes de que son los jóvenes el principal objetivo de la industria tabacalera y por esta razón hemos realizado un llamamiento a todos los partidos políticos para que erradiquen todas las formas de publicidad y promoción del tabaco, y de los nuevos productos de tabaco -incluidos los productos relacionados con y sin nicotina-, de plataformas audiovisuales, redes sociales y otros canales dirigidos a menores, así como la regulación de los espacios de venta de estos productos para limitar su acceso a los menores.
También pedimos que garanticen un marco legislativo adecuado que proteja a los niños, niñas y adolescentes del tabaco y de sus nuevos productos impidiendo su consumo, reduciendo su atractivo y accesibilidad.
Que consigamos estas medidas como sociedad va a depender la salud y la vida de los más jóvenes.
*Pedro Pastor,miembro del Consejo Nacional de la Asociación Española Contra el Cáncer y presidente de la Asociación en Cáceres.