Cinco muertos en agosto del año pasado. Y uno esta semana, junto a decenas de afectados en estos dos últimos veranos. Es el balance de sendos brotes de legionela en la ciudad de Cáceres (unos 95.000 habitantes) que por sus consecuencias no parecen ser casuales, pero del que aún se desconoce de forma oficial la causa concreta de su origen. En el punto de mira se encuentran, como en 2022, varias fuentes de la ciudad, incluido un ‘géiser’ -fuerte termal- ubicado en un parque en el casco urbano, aunque este año no estaba activado como medida preventiva.
Los técnicos del Servicio Extremeño de Salud han vuelto a tomar hoy nuevas muestras en distintos puntos de la ciudad para intentar desentrañar el origen. En las últimas horas, la Junta de Extremadura confirma que no se ha detectado ningún nuevo caso.
La semana pasada, los controles de agua que el ayuntamiento realiza de manera preventiva contra esta bacteria llevaron a precintar ocho fuentes en la ciudad al detectarse esta bacteria en unos controles preventivos llevados a cabo por la empresa concesionaria del servicio del agua, el Canal de Isabel II. De esta manera, los controles sanitarios en las fuentes públicas de la ciudad continúan, así como en las ornamentales y en los sistemas de riegos de los parques y jardines, ya que esta enfermedad se transmite por aerosoles. El verano pasado se llegaron a clausurar nueve fuentes.
Ingresados
La última hora de los ingresados en el Hospital San Pedro de Alcántara pasa porque dos de ellos se mantienen en la UCI mientras otros cuatro están estables.
La infección provocó el martes el fallecimiento de un hombre de 85 años. Los cuatro pacientes que están ingresados en planta son una mujer de 85 años y tres varones de 76, 71 y 55 años, respectivamente, mientras que los que se encuentran en la UCI son dos varones de 65 años.
La Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Extremadura archivó el pasado mes de octubre las diligencias de investigación penal abiertas el 11 de agosto del año pasado tras recibir una denuncia del Defensor del Paciente sobre el brote de legionela detectado en la ciudad de Cáceres. Tras recabar informes epidemiológicos del Servicio Extremeño de Salud (SES) y del Ayuntamiento de Cáceres, el Ministerio Público concluyó que «no puede existir responsabilidad penal cuando no se ha podido establecer con exactitud el origen del foco, máxime si tenemos en cuenta que no se ha acreditado negligencia alguna en el seno de la empresa responsable de mantenimiento». La legionela se saldó el verano de 2022 con 20 casos, cinco de ellos fallecidos.
El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, ha asegurado después de este nuevo brote que «se han desinfectado algunas de las fuentes que dieron positivo la semana pasada y se han llevado a cabo tratamientos de choque. Así como, se han vuelto a realizar analíticas para ver si han quedado desinfectadas al cien por cien o saber si hay que volver a realizar trabajos de desinfección» y ha añadido que «los problemas suelen estar en los aerosoles y es ahí donde habrá que incrementar los controles».
En este sentido, ha matizado que se sigue el protocolo que establece tanto el Ministerio de Sanidad como los servicios de prevención del consistorio». Mateos ha precisado que la legionela tiene un riesgo bajo de contagio al asegurar que por beber agua es muy improbable contagiarse, ya que se suele producir por vías aéreas, como le ha trasladado el SES.