Un análisis de las historias clínicas electrónicas de más de 45.000 personas ha revelado que la infección por Covid-19 se asocia significativamente al desarrollo de hipertensión arterial, según una la primera investigación relacioanada con este ámbito publicada en la revista de la Asociación Americana del Corazón ‘Hypertension.
«Aunque la Covid-19 suele ser más grave en pacientes con hipertensión arterial preexistente, incluidas tasas más altas de hospitalización y mortalidad en comparación con las personas con presión arterial normal, se desconoce si el virus SARS-CoV-2 puede desencadenar el desarrollo de hipertensión arterial o empeorar la hipertensión preexistente», ha indicado el autor principal del estudio Tim Q. Duong, catedrático de Radiología, de la Facultad de Medicina Albert Einstein y el Sistema de Salud Montefiore de Nueva York.
De acuerdo con la Guía ACC/AHA 2017 para la prevención, detección, evaluación y manejo de la hipertensión arterial en adultos, la hipertensión se clasifica como tener cifras superiores e inferiores mayores o iguales a 130/80 milímetros de mercurio (mmHg).
Se analizaron los datos sanitarios de las historias clínicas electrónicas del Sistema de Salud Montefiore del Bronx (Nueva York), que atiende a una población numerosa y diversa desde el punto de vista racial y étnico.
El estudio incluyó a 45.398 personas con Covid-19 (hospitalizadas entre el 1 de marzo de 2020 y el 20 de febrero de 2022) y a 13.864 personas con gripe sin Covid-19 (hospitalizadas entre enero de 2018 y el 20 de febrero de 2022) que volvieron al sistema hospitalario por cualquier motivo médico en un periodo medio de seguimiento de seis meses.
Según el análisis, el 21% de las personas hospitalizadas por Covid-19 y el 11% de las no ingresadas por la enfermedad desarrollaron hipertensión, en comparación con el 16% de los hospitalizadas por gripe y el 4% que no tuvo que quedarse en el hospital por esa afección.
Además, las personas hospitalizadas por Covid-19 tenían más del doble de probabilidades de desarrollar hipertensión persistente en comparación con las personas hospitalizadas y no hospitalizadas por gripe.
El análisis también indica que las personas infectadas por el SARS-CoV-2 mayores de 40 años, los adultos de raza negra o los que padecían afecciones preexistentes, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, arteriopatía coronaria o enfermedad renal crónica, tenían un riesgo elevado de desarrollar hipertensión arterial.
Además, la hipertensión arterial persistente fue más frecuente entre las personas infectadas por el SRAS-CoV-2 que recibieron tratamiento con vasopresores y corticosteroides durante la pandemia.
«Dado el gran número de personas afectadas por Covid-19 en comparación con la gripe, estas estadísticas son alarmantes y sugieren que muchos más pacientes probablemente desarrollarán hipertensión en el futuro, lo que puede suponer una importante carga para la salud pública», ha afirmado Duong.
«Estos hallazgos deberían aumentar la concienciación para examinar a los pacientes de riesgo en busca de hipertensión tras la enfermedad por COVID-19, para permitir una identificación y un tratamiento más tempranos de las complicaciones relacionadas con ella», ha añadido el experto.
Los autores han señalado que las personas del estudio procedían principalmente de comunidades con un nivel socioeconómico bajo, lo que puede aumentar su susceptibilidad a desarrollar hipertensión tras la infección por Covid-19.