Los resultados del ensayo de fase II avalan continuar con el desarrollo clínico de la vacuna activa contra el péptido A40 para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA) en fase inicial, llamada ABvac40 y de la aragonesa Araclon Biotech, del Grupo Grifols.
Ese estudio no solo ha confirmado la seguridad, tolerabilidad y sólida respuesta inmunitaria de la que podría llegar a ser la primera vacuna española contra esta enfermedad neurológica en auge sino que también ha ralentizado la progresión del trastorno hasta en un 38%, en comparación con el placebo. Al dirigirse específicamente al péptido amiloide A40, ABvac40 está aprovechando un mecanismo central, que se cree que impulsa el deterioro cognitivo, con potencial para alterar el curso de la enfermedad.
Según información de Araclon Biotech acerca de este ensayo (multicéntrico, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, y realizado en 23 centros de la Unión Europea), en el grupo de tratamiento no se notificaron casos de inflamación ni de meningoencefalomielitis aséptica, y hubo pocos casos de microhemorragias, comparables a los del placebo, y ninguno que provocase la interrupción del tratamiento.
Otros resultados relevantes del fase II son que las pruebas neuropsicológicas, como la Batería Repetible para la Evaluación del Estado Neuropsicológico (RBANS) o el Test de Realización de Ensayos (TMT), mostraron resultados favorables en ABvac40 frente al grupo placebo. Las escalas globales o funcionales no mostraron diferencias entre los dos grupos. Y con la resonancia magnética volumétrica se observó un aumento de la atrofia cerebral en el grupo ABvac40 frente al placebo.
Mercè Boada, directora médica del Ace Alzheimer Center de Barcelona e investigadora principal del estudio de fase II, ha destacado a este diario que la seguridad de esta vacuna «es fantástica», y que no ha habido «ni una meningoencefalomielitis aséptica«. Y ha asegurado que «la respuesta inmunitaria es muy importante; baja al dejar de dar la vacuna, pero a los 10 meses se separa del placebo y, con la dosis de refuerzo, el pico de respuesta es altísimo y se mantiene hasta casi los 24 meses. Eso indica que sí está inmunizando». Ha apuntado asimismo que falta por encontrar la dosis más adecuada y en qué periodo habría que hacer el recuerdo para mantener la inmunidad.
Dirigido al extremo C-terminal del péptido A40
José Terencio, consejero delegado de Araclon Biotech y vicepresidente de Innovación y Nuevas Tecnologías de Grifols, ha manifestado, también en declaraciones a este diario, acerca de por qué con la ABvac40, a diferencia de lo observado en otras vacunas para Alzheimer, habría un riesgo bajo de meningoencefalitis, que «tiene un diseño único dirigido al extremo C-terminal del péptido A40. Creemos que esto puede mejorar el perfil de seguridad de la vacuna y evitar la formación de complejos antígeno-anticuerpo en las membranas celulares. Por otra parte el hapteno utilizado no contiene el epítopo que se ha descrito como responsable de la meningoencefalitis, una complicación observada en anteriores vacunas contra la enfermedad de Alzheimer. De hecho, este perfil de seguridad se ha confirmado como parte de los datos del ensayo de fase 2″.
Sobre por qué consideran la respuesta inmunitaria robusta, ha contestado: «Porque vemos un incremento significativo de los anticuerpos específicos frente a A40, que además se incrementa con las dosis sucesivas y se vuelve a incrementar cuando se administra una dosis de refuerzo de la vacuna. Los datos en este sentido son muy claros. Lo que observamos también es que los niveles del péptido A40 en plasma se ven afectados correlacionando con el incremento de los anticuerpos específicos frente a A40″.
Esos resultados parecen avalar la puesta en marcha del ensayo de fase III, algo sobre lo que Terencio ha dicho que «estamos muy satisfechos con los datos obtenidos hasta la fecha, incluida la sólida respuesta inmunitaria observada, acompañada de una reducción del empeoramiento en algunos tests neuropsicológicos comparado con lo observado con el grupo placebo. No obstante, dado que el estudio no estaba diseñado para ver eficacia clínica no se puede ser concluyente en este aspecto, y todo ello con un perfil de seguridad favorable. Creemos que estos resultados validan el potencial clínico de ABvac40, posicionándolo como un prometedor candidato terapéutico para el tratamiento precoz de la enfermedad de Alzheimer, especialmente en pacientes con carga amiloide a nivel vascular dado que el péptido A40 se ha descrito como el principal componente de la amiloidosis vascular. En estos momentos no podemos facilitar más detalle, ya que estamos evaluando los próximos pasos del programa».
Más interés por la detección temprana
Mercè Boada también participó en los estudios de fase III -Graduate I y II- del gantenerumab, de Roche, un anticuerpo anti beta-amiloide diseñado para la administración subcutánea en pacientes en la fase temprana de la enfermedad de Alzheimer, para la que también va dirigida la vacuna ABvac40.
La neuróloga ha puesto de relieve la importancia de la detección precoz, que irá a más con terapias eficaces en el inicio de la enfermedad. El tiempo que pasa desde que el paciente y la familia consultan por sospecha de algún problema neurológico hasta que llega la respuesta que confirma el Alzheimer es de un promedio de 14 meses; «y eso ya es un exitazo».
Pero hay que reducirlo mucho más, ha defendido, haciendo que la población sospeche de un posible Alzheimer de igual forma que ya hace con el cáncer de mama ante «un bultito en el pecho» o del cáncer colorrectal ante «un hilillo de sangre en heces»; y también con una mayor implicación del médico de Familia. Esto último cree que lo facilitará que haya terapias aprobadas para evitar que la enfermedad progrese.