Un nuevo estudio desafía uno de los paradigmas actuales en oncología. el que muestra que ocurren la mayoría de los cánceres mutaciones que ocurren al azar y se acumulan a lo largo de la vida; independientemente de lo que esté escrito en los genes.
Según los datos de este trabajo, dirigido por investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) y publicado en las páginas de la revista: CienciaSin embargo, la herencia genética también tiene mucho que decir en este sentido y afecta tanto al tipo de tumor que se puede desarrollar como a su pronóstico. Los científicos que han centrado sus investigaciones en la incidencia del cáncer de mama afirman que el ADN que heredamos influye en él vigilancia que hace nuestro sistema inmunológico mutaciones que se producen como consecuencia de la división celular, condicionando las posibilidades de desarrollo del cáncer.
«Aparte de unos pocos genes que confieren un riesgo significativo de cáncer, el papel de los factores hereditarios aún no se comprende bien y se cree que la mayoría de los procesos tumorales son el resultado de errores aleatorios que ocurren debido a la suerte». «, dijo en el comunicado. Cristina Curtis, Investigador de la Universidad de Stanford y primer firmante del artículo. “Esto significaría que la formación de tumores es aleatoria, pero Eso no es lo que notamos.. Por el contrario, encontramos que la vía que conduce al desarrollo del tumor está marcada por factores hereditarios y la inmunidad”, añade el investigador, quien también señala que estos resultados abren la puerta a identificar biomarcadores para predecir el pronóstico. tumor, así como una nueva forma de estudiar el origen del cáncer.
Para Ramón Salazar, Responsable del Servicio de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología (ICO), se trata de una investigación «de excelente calidad y muy innovadora porque las hipótesis que han mostrado rompen el paradigma; (herencia de una mutación patológica en células germinales), la aparición de mutaciones somáticas esporádicas y su posterior contribución al cáncer son completamente independientes de las variantes genéticas funcionales no patológicas heredadas, señala SMC España en un comunicado.
«Por primera vez, se ha demostrado que la composición genética heredada influye en el control inmunológico y en los tipos de mutaciones somáticas o esporádicas (no hereditarias) que pueden contribuir al cáncer», añadió Salazar.
El investigador también señala que algunas de los cientos de variantes genéticas que pueden ocurrir en un gen determinan si la proteína codificada por ellos puede presentarse de manera más o menos visible al cuerpo. sistema de control a través de receptores de presentación presentes en la membrana celular, que constituye sistema mayor de histocompatibilidad o HLA. «La composición genética de este sistema también es muy variable y puede determinar si se representan mejor o peor más o menos copias de antígenos o epítopos, productos de estos genes, que cuando provocan cáncer se denominan oncogenes», afirma Salazar. quien explica que cuando esos antígenos están muy, muy bien representados «Es menos probable que se desarrolle cáncer como consecuencia de ese oncogén».
Respecto a las limitaciones del trabajo, el investigador afirma que “de momento lo han confirmado sólo para cáncer de mama y con un tipo de mutaciones basadas en el aumento del número de copias de algunos oncogenes, como: HER2 o MYC, vinculando los cambios con diferentes subtipos moleculares de cáncer de mama. Están intentando reproducirlo en otros tumores y con otras mutaciones”, concluye.