Las primarias en Aragón, patrocinadas por las dos federaciones más representativas a nivel (Fasamet y CESM-Aragón), arrancan mañana en concreto campaña de movilizaciónque, si nada lo cura (léase acuerdo con el Consejo), culminará los días 23 y 24 de enero Con dos avisos durante 24 horas, a la que están convocados médicos de familia y pediatras de toda la comunidad. Los sindicatos en sesión tampoco descartan que la huelga del primer nivel sea indefinida (a imagen y semejanza de Madrid) y que se extienda también al ámbito hospitalario.
Los sindicatos llevan meses advirtiendo sobre esto «saturación y saciedad»de profesionaleshan elaborado catálogos de propuestas para mejorar la norma (que han presentado al Servicio Aragonés de Salud (Salud) en 2021 y 2022) y a finales de noviembre también han presentado un conjunto de requisitos que consideran «inevitables» , con la que también se han pactado Colegio de Médicos de Zaragoza. tiempo, mercedes ortensecretario general de CESM-Aragón, confirma que las negociaciones y los contactos con Sanidad «han continuado con regularidad, pero el avance es muy lento y no se concreta».
La mecha que encendió la moral de los profesionales, enturbió el ya difícil entorno negociador y provocó que los primeros actos previstos para las próximas semanas (el foco que convocará mañana frente al edificio Pignatelli, sede del Gobierno aragonés) fueran, sin embargo, tanto políticos declaraciones: de Matt Pérezministra de Presidencia, que afirmó que hay desfases en los horarios de los médicos de atención primaria, «lo que provoca que se aplacen las citas hasta 20 días de retraso» (afirmaciones por las que luego se disculpó en las redes sociales), el propio presidente aragonés y Javier LampánQuien confirmó que “las salas de espera de muchos centros de salud están vacías a las 11 de la mañana”.
“Además del evidente malestar acumulado por un colectivo que no aguanta más, está sobresaturado y se siente maltratado, el Encuentro del Mañana quiere llamar la atención sobre la irresponsabilidad de los líderes políticos y su falta de respeto por el trabajo de estos profesionales. Estamos hablando de horarios de atención primaria que, en algunos centros de salud, se están acumulando hasta 60, 70 pacientes por día.. En este contexto, hablar de lagunas en las agendas o centros sanitarios vacíos es, como mínimo, una irresponsabilidad”, dice el secretario general de CESM-Aragón.
Más allá de los cruces, Ortín explica que el malestar de los médicos es «estructural» y fruto de «problemas heredados que requieren más inversión presupuestaria, pero también soluciones organizativas». El secretario general de CESM-Aragón destaca que los antecedentes de la convocatoria de la huelga de enero tienen una «base común» en problemas comunes a todas las sociedades («falta de médicos, sobresatisfacción con las citas, demanda acomodativa, falta de alternativas, coordinación con hospitales…»), pero también «problemas puntuales» de salud.
“Hablamos de una comunidad con núcleos rurales a veces muy pequeños y dispersos entre sí, y para los que no hay suficientes médicos de familia ni pediatras, y la capacidad de los profesionales que trabajan en el medio rural para hacerse cargo de la parte de los centros de salud. que, en ocasiones, están muy alejados entre sí A la sobresaturación asistencial que padecen algunos centros de salud metropolitanos -problema similar al de comunidades como Madrid o Murcia- se suma la peculiaridad de una comunidad con una escuela primaria rural en la que hay no hay médicos en ciertas áreas y la posibilidad de encontrarlos en el momento actual dice Orton.
En el documento de propuesta que Fasamet y CESM-Aragón presentaron a Sanidad en noviembre de 2021 (“que aún duerme en el cajón”, explica Ortin), los dos sindicatos ya han instado al Ejecutivo aragonés a Modificar el mapa de salud actual de la comunidad, mediante el establecimiento de nuevos distritos de salud y la reorganización de los existentes, «aplicando estándares de asistencia a la población, ofreciendo recursos y dispersión geográfica a los equipos primarios (EAP)». Según esta propuesta, Cada equipo central debe tener al menos 4 médicos de familia.
Ortín recuerda que el nivel de frecuencia de pacientes en atención primaria en Aragón ha aumentado cerca de un 23% desde la pandemia de covid-19, “y las dificultades para acoger este aumento de pacientes repercuten directamente en los servicios de urgencias de los hospitales y en el 061”. De ahí que la secretaria general de CESM-Aragón augure que el conflicto de primer nivel “puede extenderse también a la atención especializada”, y solicita, entre otras cosas, “Políticas de educación sanitaria desde la administración pública Sensibilizar a la ciudadanía sobre la necesidad de un uso responsable de los recursos existentes.
Reclamaciones de los Diez Mandamientos
Dada la limitación de horarios, tanto en medicina de familia (35 pacientes) como en pediatría (máximo 30 pacientes), la reordenación de los distritos básicos de salud de Aragón y Mejoras tangibles en las zonas rurales (Estimular los puestos de difícil cobertura, mejorar la manutención y los viajes de los profesionales), y el lema de las peticiones acordadas por los sindicatos con el Colegio de Zaragoza, incluyen también otras medidas que, según Ortin, forman parte de la ronda de negociaciones que están manteniendo estos días con la administración.
Estas medidas incluyen la necesidad de Comprobar puntos de guardia Y en un sentido más amplio, la reorganización del cuidado permanente del entorno urbano. “Entre las medidas que tenemos que abordar a medio plazo, y estamos hablando de un plazo de 4 a 6 meses, está la necesidad de repensar el modelo de atención continuada, hay que revisar las situaciones de guardia en los equipos de atención primaria, pero también Distribución de los puntos de atención continua (PAC) actualesmanteniendo sólo lo absolutamente necesario, proporcionando los medios para ellos.
En cuanto a la docencia MIR, las propuestas puestas sobre la mesa por sindicatos y colegios hablan de «motivar al profesorado», Incrementar unidades educativas acreditadas en la comunidad (en áreas rurales y urbanas) y aumentar las plazas de Familia MIR en posteriores convocatorias. “A diferencia de otras comunidades, la población que ha terminado su formación en Aragón no nos deja un porcentaje tan elevado, pero está claro que hay que mejorar las condiciones contractuales y salariales para evitar cualquier fuga de cerebros y, en la medida de lo posible, atraer a especialistas de otras comunidades», dice Ortin.