El cáncer de páncreas es uno de los tumores más mortales. La tasa de supervivencia del adenocarcinoma ductal pancreático, la forma más común de la enfermedad, es del 8,6 %, la más baja de todos los tumores comunes, según datos de Sociedad Española de Oncología Médica.
Aún se desconoce mucho sobre este tumor, que a menudo se diagnostica cuando ya se encuentra en estadios avanzados, a pesar de los avances en la investigación. La última novedad destacable la firmó un equipo con participación española que consiguió desvelar la causa del inicio de este tipo de cáncer. Los detalles del proceso han sido publicados en el último número de la revista. Ciencias.
Se sabe desde hace tiempo que en los tumores de páncreas, como en otros tipos de cáncer, se producen mutaciones en oncogén KRAS. El equipo que ahora informa sobre la enfermedad, formado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC), en Nueva York, y el investigador Derina Alonso Curbelo, que ahora trabaja en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), también ha mostrado anteriormente el papel estimulante que juegan los factores externos en el desencadenamiento de enfermedades, como la lesión de los tejidos que desencadenan la inflamación (como la pancreatitis). Y ahora, los científicos han demostrado que la plasticidad celular, es decir, la capacidad de algunas células para cambiar de identidad en respuesta a cambios genéticos o la influencia de estímulos externos, también es fundamental en este proceso.
Las interacciones entre mutaciones genéticas y factores externos, enfatizan los investigadores, modifican la identidad de ciertas subpoblaciones de células, transformándolas. Como resultado, la capacidad de estas células para comunicarse e interactuar con otras células en su entorno aumenta considerablemente, lo que contribuye al desarrollo del cáncer.
En concreto, los científicos demostraron que en estadios tempranos del cáncer de páncreas existen diversas subpoblaciones de células altamente plásticas y más sensibles al efecto oncogénico de KRAS y factores no genéticos (pancreatitis) que predisponen al cáncer. Según sus datos, estas células contienen, por un lado, un epigenoma diferente y específico; Y por otro lado, aumentando la capacidad de respuesta y envío de señales a su entorno.
Impulsadas por la influencia de mutaciones e infecciones, estas células generan redes de comunicación anormales, causando A retroalimentación de bucle Lo que conduce al desarrollo y progresión del cáncer.
“Nuestro trabajo está diseñado para profundizar en el conocimiento del cáncer de páncreas, pero después de identificar y exponer las propiedades de estas células con mayor tendencia a cambiar su identidad, se pueden usar más plásticos como pistas para encontrar moléculas útiles contra este tipo de cáncer”. dice Alonso Curbelo, coautor principal del estudio.
En modelos de ratones, el equipo demostró que esa comunicación anormal podría haberse evitado y que estas conversaciones entre células desempeñaron un papel clave en el desarrollo del cáncer. “Nuestros análisis mostraron que estas redes de comunicación extendidas establecidas en etapas tempranas del cáncer de páncreas son funcionalmente relevantes y directas en la tumorigénesis pancreática en ratones”, agrega el investigador, quien destaca que el trabajo fue posible gracias a un equipo multidisciplinario.
Por lo tanto, la investigación combinó sofisticados modelos de ratones transgénicos con métodos computacionales avanzados para mapear los diferentes estados celulares que dan lugar al cáncer y revelar las características de las subpoblaciones de células pancreáticas en cada etapa de la progresión del tumor.
El campo de investigación computacional estuvo a cargo de Cassandra Bordziak, estudiante de doctorado en el laboratorio del Dr. Pierre en MSKCC. Mientras que la parte experimental y conceptual estuvo a cargo de la propia Alonso Curbelo, quien inició la investigación mientras residía en la Fundación de Nueva York, en el Laboratorio Scott Lowe (MSKCC).
Vacunas de ARNm contra el cáncer de páncreas
Por otro lado, un artículo publicado esta semana en Nature mostró resultados prometedores de una vacuna experimental basada en tecnología de ARN mensajero, la misma que se usó en vacunas contra el Covid-19, contra el cáncer de páncreas más agresivo.
Los resultados de los ensayos clínicos de Fase 1 muestran que las vacunas personalizadas pueden inducir una respuesta inmunitaria contra el cáncer.
Los autores del estudio, que también son investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center en Nueva York, administraron una vacuna de ARNm personalizada a 16 pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático en la investigación clínica de fase I. mostró que la vacuna estimula una respuesta inmune significativa y potencialmente retrasa la recaída de los pacientes en una forma de cáncer, ya que se fabricaron utilizando los nuevos antígenos identificados en sus tumores. El tratamiento se realizó en combinación con quimioterapia e inmunoterapia.
En ocho pacientes, los investigadores observaron un aumento de las células T contra los antígenos administrados en la vacuna. Estos mismos pacientes no experimentaron reactivación del cáncer después de 18 meses de seguimiento, mientras que los ocho pacientes en los que el tratamiento no tuvo éxito recayeron en un promedio de 13 meses después de la cirugía.
«El estudio está muy bien diseñado y su calidad científica es indiscutible. Demuestra algo que se ha sugerido muchas veces antes (con datos menos sólidos), a saber, que la vacunación personal con ARNm de antígenos tumorales es eficaz para inducir una respuesta y que puede , como mínimo, aumentar los tiempos de supervivencia». Este trabajo confirma que puede generar respuestas con efectos adversos claramente muy bajos frente a uno de los tumores con mayor tasa de mortalidad, el adenocarcinoma ductal de páncreas», dijo, en declaraciones a SMC España Manel Juan, Jefe de Inmunología del Hospital Clinic de Barcelona.
La limitación más importante del trabajo, continúa el especialista, «es que el tamaño de la muestra (de pacientes tratados) es claramente demasiado pequeño y con un diseño de rama única sin aleatorización. En cualquier caso, una vez comprobada la validez de la sugerencia, parece que el siguiente paso a tener en cuenta es si se debe reforzar esta «vacunación» previa a la administración del inhibidor del punto de control [el otro tipo de inmunoterapia utilizado] Puede tener más sentido y puede permitir mejores resultados clínicos que la vacunación después de la administración de anticuerpos, como fue el caso (posiblemente como un estándar ético para administrar primero un tratamiento que ha demostrado alguna funcionalidad, aunque menos sentido de la fisiopatología). En todo caso, es un aporte importante a la región, aunque no podemos presentarlo como disruptivo o definitivo.