Marina Muñoz es una de las más 400 porta implantes mamarios de silicona. El poder judicial francés acaba de reconocer Indemnización de unos 5.000 euros de media para 40.000 mujeres afectadas en todo el mundo. Esta joven dice: «Este dinero no significa nada para mí, lo que quiero es recuperar mi salud».
Esta madre de dos hijos de la región de Murcia decidió hacerse una mamoplastia hace 16 años. Tenía 19 años y un enorme complejo por tener el pecho pequeño. “Fue muy costoso obtener el implante”.se lamenta Marina en una entrevista con Servimedia, que ahora afronta las repercusiones de aquella intervención. “Me siento traicionado y estafado. No entiendo cómo un producto así ha llegado a España y le han puesto su sello de calidad”.
Testimonio de una mujer implantada: «Soy feliz sin implantes mamarios. Antes no podía vivir»
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Los efectos ocultos de una prótesis mamaria
Los efectos ocultos de una prótesis mamaria
«Tan pronto como me puse la prótesis, supe que algo andaba mal». “Me di cuenta de que me estaba empezando a enfermar”, dice Marina. Acudió al médico y luego de someterse a varios exámenes de imagen, le confirmaron que los implantes que tenía estaban «totalmente destruidos», como recuerda la joven. “Me perforaron los ganglios con silicona y tuve que pasar por el quirófano hasta tres veces”, dijo con nostalgia.
Batalla legal
Marina se queja de que «la administración pública le dio la espalda en esta larga batalla judicial». “Soy la única persona en España a la que se le ha identificado una enfermedad inflamatoria autoinmune provocada por un adyuvante”, explica, es decir, por el uso de sustancias oleosas. “Llevo silicona industrial por todo el cuerpo y como son micropartículas es imposible limpiarlo por completo”.
A pesar de tener una discapacidad reconocida y verse obligada a seguir una terapia de inmunoglobulina de por vida, la joven no desarrolló una discapacidad permanente. “No puedo hacer una vida familiar normal ni trabajar. De hecho, mi madre viene a ayudarme a cuidar a mis dos hijos”, admite. “Quiero trabajar y quiero recuperar mi vida de antes y no depender de analgésicos y sedantes”, dice enfadado. “Mi vida se ha arruinado y todo es muy difícil para mí, incluso dormir por el dolor que siento en las noches”.
En España hay más de 400 mujeres que luchan por la justicia para que se reconozca que la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP) fabrica y comercializa estas prótesis “extremadamente dañinas para la salud” desde 2002, confirmó en una entrevista Rebecca Martínez, abogada del bufete BcvLEX. con Servimedia que representa al colectivo de mujeres afectadas.
El El Tribunal de Casación ratifica la responsabilidad empresarialCertificación Dice, entre otras cosas, que «TÜV Rheinland (…) el incumplimiento de sus obligaciones de supervisión, prudencia y vigilancia en el ejercicio de su misión profesional, [y] responsabilidad profesional de TÜV Rheinland Francia Pegajoso.»
Solo en España tendrá que vérselas la empresa responsable Indemnización de más de dos millones de euros. “Obviamente, la cantidad varía según haya algún tipo de problema de salud mental o físico, como un simple desgarro o casos más graves que han derivado en tumores, aparentemente relacionados con este sintético”, señala el abogado. «Al menos la compensación les dará tranquilidad y valdrá la pena porque desde 2010 estas mujeres han estado viviendo con una bomba de relojería».
Opinión pericial pendiente
El El escándalo de los implantes mamarios falsos estalló en 2010cuando se supo que la empresa francesa PIP comercializaba desde 2002 implantes fabricados con «gel sintético evidentemente mucho más barato y extremadamente peligroso para la salud», subrayó el letrado, «en lugar de utilizar silicona autorizada para productos médicos».
El total de afectados en España y muchos afectados en otros países europeos son afortunados a día de hoy, aunque La batalla legal aún no ha terminado. “Son víctimas de una situación que no se merecen”, dice Rebeca Martínez.
Estas mujeres aún deben someterse a un proceso de evaluación para documentar el daño causado y el daño económico relacionado con la implantación de esa marca en particular. “En algunos países hay portadores que ni saben que llevan estas prótesis porque no hay un protocolo como en España”, insiste el abogado.
Más de 400 mujeres implantadas con estas prótesis defectuosas «soportan el estrés de una Los procesos judiciales duraron más de diez años y lo que resta.dice Rebeca Martínez. Todavía les queda camino por recorrer, pero «son fuertes, son mujeres valientes», asegura su abogado.
Además de las españolas afectadas, en todo el mundo hay unas 40.000 mujeres con prótesis (francesas, británicas, alemanas, checas, italianas, sudafricanas, etc.).
El reconocimiento por parte del Tribunal Supremo francés abre la puerta a indemnizaciones que van desde los 5.000 euros, para todas las personas que no desarrollaron efectos secundarios, hasta el importe total por el que habrá consecuencias. Implantado con prótesis fabricadas en silicona sintética.
Después de que se descubrió la estafa de PIP, miles de usuarios presentaron demandas en varios tribunales en busca de compensación. contra el creador de PIPy sus compañías de seguros y contra TUV Rheinland France y TUV Rheinland LGA, que participa desde 1997 como Organismos de certificación De estas prótesis por incumplimiento de las normas sanitarias.
Después de que se presentaran las primeras demandas en 2014, y desde entonces se han presentado varias demandas Los tribunales de apelación se han pronunciado sobre la responsabilidad de los organismos de certificaciónque fue recurrida ante el Tribunal Supremo por las dos sociedades citadas y los demandantes.
Aunque la batalla legal está lejos de terminar, estas decisiones de la máxima autoridad judicial de Francia están allanando el camino para las mujeres afectadas.