La tasa de supervivencia de los bebés prematuros, aquellos que nacen con menos de 26 semanas de gestación, es muy baja. Entre los que consiguieron sobrevivir, además, es muy frecuente la aparición de secuelas graves.
Pensando en estos niños y sus familias, el Centro Clínico y de Investigación BCNatal, adscrito a los Hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona, puso en marcha hace tres años un proyecto para crear una placenta artificial capaz de imitar las condiciones que se producen. en el útero. El objetivo de este dispositivo es poder durar más Desarrollo fetal adecuado, minimizando el riesgo de muerte y secuelas.
Tres años después, los investigadores han demostrado que el proyecto es viable. Según los datos presentados en rueda de prensa, el equipo pudo desarrollar un prototipo funcional de la placenta artificial y logró una supervivencia de 12 días en los modelos animales, asegurando un buen estado del feto.
En experimentos con embriones de oveja, los investigadores lograron en tres ocasiones una supervivencia de 12 días, aunque también tuvieron varios casos de éxito con supervivencias de 10 y 9 días, todo un «hito», como se apunta en Eduardo GratakusDirector de BCNatal y Project Leader, quien destacó que “Este es un proyecto muy singular que está decidido a cambiar la vida de miles de personas en todo el mundo”.
Según las predicciones del equipo, «si todo va bien, dentro de dos o tres años“Los ensayos clínicos se pueden iniciar en el contexto de la terapia usando empatía en humanos.
Pero antes, insistió, es necesario afinar y asegurar que todos los procesos se hagan “Lo que siempre funciona, siempre funciona”.
En cualquier caso, los investigadores destacan que el proyecto es viable y que no tienen ninguna duda de que «las placentas artificiales serán una realidad»..
¿Qué es una placenta artificial?
Hasta el momento, los investigadores han podido desarrollar un prototipo que permite simular el ambiente protegido del útero materno a través de un recipiente transparente hecho de un material biocompatible conectado a un sistema circulatorio que imita el líquido amniótico y permite la preservación del feto. aislado de estímulos externos Puede dificultar su desarrollo al tiempo que permite el monitoreo externo, como se muestra Elisinda EicharchCoordinador científico senior del proyecto.
Conseguir uno transición apropiada Los investigadores explican que entre la placenta de la madre y la placenta artificial hay un desafío. Este cambio debe hacerse con mucha rapidez y precisión, porque los vasos muy pequeños del cordón umbilical están programados para cerrarse muy rápidamente. «El punto es engañar a la naturaleza para que no parezca que el niño ha nacido», dijo Gratacus. Explicaron que esta transición entre la placenta debe darse antes de que nazca el bebé, cuando aún toma oxígeno y se nutre a través de la placenta de su madre, para que pueda seguir desarrollándose en un medio líquido en un momento posterior. «En los últimos 12 meses, se logró una transmisión exitosa en el 100% de los casos», dijo Exarch.
Además, los investigadores también pudieron crear un sistema circulación de la sangre fuera del cuerpo que permiten imitar el suministro de oxígeno y sustancias que normalmente produce la placenta y el cordón umbilical. Este sistema consta de una membrana oxidativa y un sistema de piezas diseñadas para replicar el funcionamiento natural del sistema circulatorio.
En este sentido, también se han establecido protocolos para que se administre nutrición, hormonas, etc. Materiales necesarios para el feto. Se realiza de manera oportuna en función de los requisitos de desarrollo.
Finalmente, el grupo, formado por más de 35 personas y 30 colaboradores, creó un sistema Monitoreo continuo Con acceso remoto no invasivo en tiempo real, dijeron a la prensa.
financiación
“Este es uno de los proyectos de investigación más singulares que se pueden llevar a cabo hoy en día en el campo de la medicina fetal”, subrayó Gratakos.
El proyecto recibió 4,3 millones de euros de la Fundación la Caixa para la segunda fase de la investigación. La entidad ya aportó $3,35 millones a la primera fase, cuyos resultados ahora se presentan.
dijo Gratakus, quien adelantó que uno de los objetivos de la ahora iniciada fase dos es extender la supervivencia de 12 días a «tres o cuatro semanas».
Señaló que “esas semanas son las que nos permitirán lograr un cambio fundamental” en el abordaje de los bebés muy prematuros. «Si logramos este objetivo, podemos cambiar el punto teórico de nacimiento», agregó.
Antes de los seis meses de embarazo, los pulmones, el sistema digestivo, el sistema circulatorio o el cerebro de un bebé no están listos para adaptarse al mundo exterior. Para sobrevivir, estos niños necesitan someterse a diversos tipos de apoyos e intervenciones, que pueden dejar secuelas. Por ello, una placenta artificial que imite las condiciones del útero materno podría significar un cambio fundamental para estos niños y sus familias.
Según explicó, cada año nacen en Europa más de 25.000 bebés con seis meses de gestación o menos. Estos jóvenes tienen una tasa de supervivencia de entre el 25 y el 75% y entre el 75% y un porcentaje muy alto de supervivientes desarrollan complicaciones.
El objetivo del equipo es optimizar todos los procesos y lograr, en colaboración con la industria, optimizar todos los dispositivos y tecnologías necesarios para el funcionamiento de la placenta artificial.
«Muchas respuestas a las grandes preguntas biológicas que ya tenemos», dijo Gratakus. El objetivo ahora es fabricar todos los engranajes y materiales de la máquina, para garantizar la seguridad y que todo funcione a la perfección.
En el futuro, la placenta artificial también podría ser útil en métodos quirúrgicos fetales que, por su complejidad, hoy en día no pueden realizarse por vía intrauterina.
Además, otro objetivo de los investigadores es determinar cómo debe ser el «segundo» nacimiento de este feto, es decir, la transición de una placenta artificial a la vida fuera del útero. Además de los estudios en modelos de embriones de oveja, también se llevarán a cabo experimentos en animales porcinos, donde se estudiarán los efectos a largo plazo sobre el desarrollo y el metabolismo del cerebro, el corazón y los pulmones.
Evaluar cuestiones bioéticas también es un punto clave para el equipo, por lo que las abordará antes de solicitar permisos para iniciar ensayos clínicos.
a manel del castillo“Hay muy pocos proyectos de estas características”, ha dicho el director general del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, con el objetivo de “cambiar la realidad de los bebés prematuros y sus familias”.
En la misma línea dijo José M. Campistoldirector general de la Clínica de Barcelona, que valoró la singularidad de “un proyecto disruptivo que podría cambiar con mucha dificultad la historia natural de muchos recién nacidos”.