El Consejo General de Enfermería ante el elevado número de ahogamientos (222 muertes) en lo que va de año en ríos, pantanos, piscinas o playas ha pedido no bajar la guardia y seguir las recomendaciones de los profesionales porque «la mayor parte de las ocasiones estos incidentes mortales pueden evitarse», según una nota remitida por este órgano profesional presidido por Florentino Pérez Raya.
Los ahogamientos en zonas de agua son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencionado en el mundo y representa el 75% de todos los fallecimientos relacionados con traumatismos. A nivel mundial 236.000 personas mueren por este tipo de accidentes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2021, fallecieron en España 510 personas ahogadas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de las que 419 eran hombres y 91 mujeres.
Entre los mayores de edad, entre 80-84 años se da en nuestro país la tasa más alta de ahogamientos (2,9) por cada 100.000 habitantes, le sigue el tramo de entre 75 y 79 años (2,62); entre 70-74 años (1,75) seguida por los grupos de entre 20 a 24 años (1,75), según los datos del Ministerio de Sanidad.
Sanidad ha identidicado varios factores que influyen en los ahogamientos como la adopción de conductas de riesgo, los momentos de relajación con los menores, bañarse en zonas sin vigilancia, el consumo de alcohol y otras drogas cerca o dentro del agua, las condiciones médicas como la epilepsia y los turistas no familiarizados con las particularidades de las aguas locales.
Los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de cinco minutos.
Además de la prevención, el Consejo cree que la formación en primeros auxilios es «muy importante» para poder manejar este tipo de situaciones y evitar que una situación de riesgo con un posible ahogado termine con varias víctimas mortales como el del trágico suceso de un padre que murió al intentar salvar a su hijo pequeño de tres años que se cayó en una piscina y que también perdió la vida después.
También se recuerda que los individuos que no fallecen deben ser ingresados en centros hospitalarios para intentar paliar los daños cerebrales y hasta el paro cardíaco que pueden llegar a producir la falta de oxígeno.
Decálogo de los enfermeros para evitar los ahogamientos:
- Familiarizarse con la piscina
- No nadar por encima de sus posibilidades
- Conocer la profundidad del vaso
- Evitar tirarse de cabeza
- No ingerir alcohol ni comidas muy pesadas
- Poner vallas con cerrojos en piscinas privadas
- Vigilar siempre a los menores y no dejarlos nunca al cuidado de otro menor
- Elegir zonas vigiladas para nadar en playas y piscinas
- Los niños en edad escolar deben aprender a nadar
- Formar al entorno en rescate seguro y reanimación
Recomendaciones de Sanidad para un baño seguro:
- Asegúrese de que la piscina a la que va con su familia cuente con socorrista. Recuerde que la vigilancia de sus hijos menores es su responsabilidad, y la del socorrista es el rescate y el salvamento acuático cuando sea necesario.
- Asegúrese de que sus hijos pequeños no pueden acceder libremente a la piscina.
- Es muy peligroso correr por el borde de la piscina o jugar a empujar a la gente. Podría resbalar y golpearse con el borde o lesionar a otros.
- Si no sabe nadar, o no sabe nadar bien, utilice un chaleco salvavidas para bañarse y úselo siempre para practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.
- En la playa, respete las banderas. Nunca se bañe si está roja, y con amarilla es peligroso: báñese sólo hasta la cintura y con precaución. Además, báñese en playas con vigilancia y respete siempre las indicaciones de los socorristas. Por otro lado, no sobreestime su condición física ni la capacidad de nadar: en el mar, si se cansa o tiene dificultad para volver, nade de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Por último, si siente que le arrastra una corriente, nade paralelamente a la playa y, una vez que haya salido de la misma, nade hacia la orilla.
- No se bañe en zonas en las que esté prohibido el baño.
- Báñese siempre en compañía, particularmente si se trata de una persona mayor o con algún problema de salud.
- Bañarse de noche es muy peligroso, si le ocurriera algo, nadie podría verle.
- Recuerde que el consumo de alcohol disminuye la capacidad de reacción ante un peligro o puede propiciar el adoptar conductas de riesgo.
- Tirarse de cabeza desde una gran altura, como puentes, árboles o balcones, puede producir lesiones muy graves. Antes de tirarse, asegúrese que hay suficiente profundidad y no existe ningún obstáculo. Especialmente en caso de aguas turbias.
- Las colchonetas y otros objetos hinchables deben utilizarse con precaución, ya que pueden arrastrarnos hacia dentro con rapidez.
- Salga enseguida del agua si se cansa o siente frío.
- El conocimiento de primeros auxilios básicos en la población puede contribuir a una mejor respuesta ante este tipo de emergencias. De esta manera, las actuaciones realizadas antes de la llegada de los servicios de emergencia pueden ayudar a disminuir el riesgo de lesiones graves o fallecimiento.