Los contagios por el brote de gastroenteritis registrado en la localidad zaragozana de Tarazona siguen en aumento y ya son 261 las personas afectadas, 27 más en las últimas 24 horas.
El causante de la infección es un protozoo del género Cryptosporidium, un microorganismo poco común, que se encuentra en el intestino humano o del ganado, cuyas heces puede llegar a contaminar las aguas.
Su presencia se detectó mediante los análisis de heces de los pacientes y se pudo confirmar entonces que la transmisión se estaba dando a través del agua de grifo porque todos los afectados tenían un punto en común, haber bebido agua potable.
Por eso, los 10.6000 habitantes de la citada localidad siguen sin poder beber agua del grifo ni usarla para cocinar o la higiene bucal, entre otras prohibiciones o recomendaciones.
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El alcalde de Tarazona, Antonio Jaray, y la directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán, se han reunido este viernes para estudiar medidas de tratamiento para atajar el brote.
Han indicado que el protozoo detectado en la red de abastecimiento es capaz de sortear los tratamientos ordinarios, por lo que se va a recurrir a empresas especializadas en técnicas de ozonización, rayos ultravioletas u otras opciones adaptadas al caso.
Según Gayán, este tipo de procesos no están contemplados en los «protocolos habituales» pero hay que anticiparse. «No se puede esperar a tener todas las certezas, hay que aplicar el principio de prevención pese a la falta de pruebas contundentes de que está en el agua o haya estado».
Asimismo, ha señalado que se trata de «un bicho muy escurridizo y la investigación es muy compleja. En el agua aparece tan diluído que es indetectable con los protocolos actuales. Ahora ya tenemos el vehículo de la transmisión, que es el agua, y tenemos que encontrar la fuente, es decir, el ¿dónde empezó todo?».
Ha añadido que la investigación sigue abierta: «No siempre se consigue averiguar todo lo que ha ocurrido y puede que no tengamos nunca la prueba definitiva, pero lo importante en una situación así es aplicar el principio de prevención y ante cualquier hipótesis, hay que actuar».
RECOMENDACIONES
Por el momento, los vecinos de Tarazona tienen prohibido el uso del agua de la red de abastecimiento tanto para beber, cocinar y la higiene bucal.
Además, si se quiere usar para la limpieza de utensilios y superficies será necesario que se hierva durante al menos 10 minutos.
Salud Pública ha ampliado las restricciones también para los contagiados o personas que hayan tenido una sintomatología compatible. En estos casos, piden extremar las medidas de higiene personal y lavado de manos, especialmente tras cambiar pañales de niños o pacientes infectados hasta 48 horas después de la desaparición de la diarrea.
Igual plazo es para la manipulación de comida o cuidado de personas hospitalizadas o en instituciones como residencias o guarderías; y para que los niños que van a guardería se incorporen a la misma.
Asimismo, se recomienda que los afectados no se bañen en piscinas durante las dos semanas siguientes al cese de la diarrea y que tampoco se mantengan relaciones sexuales.
Igualmente se insiste en que es fundamental la limpieza de manos con agua y jabón y no con geles hidro alcohólicos, que no son útiles en estos casos.