En las últimas semanas un fármaco, hasta ahora desconocido para la mayor parte de la sociedad pero muy popular en los hospitales, ha comenzado a ocupar titulares. Todo por culpa de la epidemia de sobredosis y fallecimientos que está provocando a lo largo y ancho de Estados Unidos.
Tanto es así, que las autoridades americanas han empezado a instalar lo que han denominado como «kit de rescate de opioides» al lado de desfibriladores y extintores para poder salvar la vida de quien haya sufrido una sobredosis.
El fentanilo, ¿es un medicamento nuevo?
Para nada. El fentanilo fue desarrollado por primera vez en 1960 y lleva décadas empleándose en los hospitales españoles para tratar el dolor agudo en determinados casos.
También se dispensa en las farmacias, siempre bajo estrictos controles, para que determinados pacientes que sufren fuertes dolores que no les permiten llevar una vida normal puedan mejorar su día a día.
¿Es muy potente?
El fentanilo es un opioide que se sintetiza en el laboratorio y que es, según afirman diversos estudios, unas cien veces más potente que la morfina.
Esto hace que sea un fármaco ideal para controlar el dolor intenso que sufren algunos pacientes en áreas como quirófano, oncología o cuidados intensivos. De hecho, en el año 2017 el fentanilo se convirtió en el opioide sintético más utilizado en medicina.
¿Qué efectos produce en el cuerpo humano?
Los efectos deseados pasan por relajación, alivio del dolor y sensación de bienestar, pero dependiendo de la dosis también pueden producir sedación, somnolencia, confusión o incluso náuseas y vómitos. Más o menos los mismos efectos que producen otros analgésicos opioides.
Si en el hospital me lo administran, ¿me tengo que preocupar?
Tanto si usted está ingresado en el hospital como si sufre un accidente y el equipo médico de la ambulancia le administra una dosis de fentanilo, no tiene que preocuparse de nada. El fentanilo de uso médico es seguro y no se administra a los pacientes a la ligera. No se va a volver un adicto por recibir unas dosis de forma puntual tras una cirugía importante o tras haberse fracturado varios huesos.
En el caso de pacientes oncológicos o que sufren importantes dolores, cuando su médico decide que debe tomarlo de forma continuada o ponerse un parche con este fármaco es porque realmente lo necesita, porque ningún otro analgésico funciona y sólo recurriendo a éste conseguirá controlar el dolor.
¿Qué ocurre con la sobredosis de fentanilo?
Cuando la dosis administrada es más alta de lo esperado, o en el caso del fentanilo fabricado ilegalmente cuando la concentración del fármaco es mayor de la que se supone que contiene, la persona que lo ha consumido entrará en coma y sufrirá una parada respiratoria. Es decir, la sedación es tan profunda que dejará de respirar y, si nada lo remedia, en cuestión de minutos fallecerá cuando el corazón deje de latir por la falta de oxígeno.
¿Qué está pasando en Estados Unidos?
El problema al otro lado del océano es tan grave, que el fentanilo se ha convertido ya en la principal causa de muerte no natural entre los estadounidenses de 18 a 45 años.
Allí el fentanilo fabricado ilegalmente, no tanto el fentanilo farmacéutico prescrito por médicos, lleva un par de años distribuyéndose en los mercados de drogas en forma líquida, en pastillas o en polvo.
Su potencia lo ha hecho muy popular, y no es raro que quienes lo fabrican en laboratorios clandestinos lo mezclen con otras sustancias como heroína o cocaína para potencias sus efectos.
Naloxona, el antídoto para las sobredosis
En los kits de rescate de opioides que se pueden ver ya por todo Estados Unidos encontramos un spray nasal que contiene otro medicamento: la naloxona.
Este fármaco tiene la capacidad de neutralizar los efectos de los opioides, también del fentanilo, en cuestión de segundos. Es por ello que se ha convertido en el nuevo salvavidas estadounidense frente a la epidemia que vive el país, y de hecho el CDC recomienda a sus ciudadanos que si ven a una persona que parece estar sufriendo una sobredosis, no duden y administren este antídoto intranasal.
¿Cuál es la situación en España?
Según apunta la Policía Nacional, «el tráfico ilegal de fentanilo no ha llegado a España todavía«. Pero si vamos a los últimos datos de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España del Ministerio de Sanidad, el uso esporádico de fentanilo es del 14% en el año 2022 cuando en 2018 era del 1,9%.
La venta en farmacias de fentanilo de uso médico está muy vigilada, ya que se realiza bajo estrictos controles, y dentro de los hospitales las ampollas, pastillas y parches que contienen este medicamento están sometidos igualmente a estrictos controles que pasan por justificar cada dosis que se administra.
El problema sería que, al igual que está sucediendo en EEUU, ese fentanilo fabricado ilegalmente de forma casi artesanal desembarcase en los mercados de la droga de nuestro país. Algo que sólo el tiempo nos dirá si llegará a suceder o no.