El ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollar cánceres como: mama, colon, vejiga, endometrio, esófago o estómago y el 20% de la mortalidad específica de la enfermedad, pero aumentar la conciencia sobre sus beneficios sigue siendo un desafío continuo entre profesionales y pacientes, según Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
SEOM ha lanzado esta semana una campaña en relación con Día Mundial de la Actividad Físicaque se celebrará el próximo 6 de abril, con el que quiere informar a la población y a todos los profesionales sanitarios sobre la necesidad de formarse en la lucha contra el cáncer y su prevención.
Los oncólogos subrayaron que los datos «más duros» hasta la fecha, cuestionados por la comunidad médica, se centraban en los cánceres de mama y colorrectal, pero aclararon que había evidencia suficiente para concluir que los beneficios del ejercicio se extendían no sólo a esos sino también a otros cánceres. . Como próstata y pulmones.
Además, reiteraron que el ejercicio mejora la calidad de vida y reduce los efectos secundarios del tratamiento y la quimioterapia, añadiendo capacidad cardiorrespiratoria pacientes que se sienten menos cansados y mejoran su percepción de salud.
Pero cuando se prescribe, es fundamental una adecuada evaluación de la situación basal y de las comorbilidades de cada paciente, así como de su tratamiento, síntomas y aspectos socioculturales.
Al respecto, el presidente de la SEOM dijo: César RodríguezExplicó que el ejercicio es un «pilar» de un estilo de vida saludable y explicó que «existe evidencia consistente de una asociación entre el ejercicio y la reducción de la incidencia y mortalidad del cáncer».
Sin embargo, lamentó que aunque los beneficios del ejercicio están bien documentados, pocos pacientes con cáncer permanecen físicamente activos debido a la falta de información proporcionada por los profesionales sanitarios, lo que aumenta la desgana de los pacientes por el tratamiento y los efectos secundarios del mismo. miedo a experimentar nuevas consecuencias adversas, que en la mayoría de los casos no surgen de la realización de ninguna actividad.
También hay otro problema y es, señaló Rodríguez, la falta de motivación o la dificultad para acceder al ejercicio en algunos pacientes.
Porque, recordó el presidente de la SEOM, no basta evitar el tabaco, el alcohol, la mala alimentación, la obesidad y la exposición solar sin protecciónque son factores de riesgo evitables y representan un tercio de las muertes por cáncer.
En España, según los datos Instituto Nacional de Estadística (INE)Sólo el 37,7% de la población adulta realiza actividad física regular y el 27,4% declara ser sedentaria.
SEOM destacó que a través de su Grupo de Trabajo sobre Ejercicio y Cáncer, Se están haciendo esfuerzos para revertir esta situación con mayor concienciación, empezando por los profesionales de la salud explicando que 30 minutos al día pueden ser suficientes con una prescripción adaptada al estado de salud de cada paciente.
«El ejercicio es seguro en todas las etapas del tratamiento del cáncer, incluso durante tratamientos activos como la quimioterapia, porque se asocia con una mejor tolerancia e incluso puede aumentar las respuestas», dijo Rodríguez.
Blanca HerreroEl coordinador del grupo de trabajo sobre ejercicio y cáncer de la SEOM añadió que la actividad física puede ser beneficiosa para reducir la fatiga y la depresión, y afectará positivamente la eficacia del tratamiento del cáncer al aumentar la respuesta inmune y reducir las recaídas.