Él Ley orgánica de regulación Eutanasia (CIENCIA) cumple tres años y apaga las velas durante un importante debate sobre cómo encajan las enfermedades mentales en el contexto de la eutanasia. Él datos temporales En cuanto al desempeño en 2023, a falta de un informe final, se realizaron 323 servicios de eutanasia y 727 solicitudes. De acuerdo con él Informe de evaluación anual 2022Ese año se realizaron 576 solicitudes, y en 2021, 173 y 288 servicios en toda la zona, respectivamente el 50% y el 75% de las solicitudes.
¿Estaba la enfermedad mental más allá de la otorrinolaringología? Estas patologías no están excluidas, pero el dilema o la duda la puso el Tribunal Constitucional con las dos sentencias con las que respondió a las denuncias contra la ley presentadas por el Partido Popular y Vox. El Tribunal Constitucional aprobó la LORE, pero excluyó las enfermedades mentales de las solicitudes de eutanasia como interpretación de la norma.
El abogado y vicepresidente de la Comisión de Garantía y Evaluación de la Eutanasia de Cataluña, Francesc José María Sánchez, ha escrito y argumentado extensamente sobre este tema. Y no solo el La decisión del Tribunal Constitucional enfureció y sorprendió igualmente a los demás miembros de estas comisiones autónomas de garantía. Son ellos quienes deciden las peticiones y conocen mejor que nadie los puntos fuertes y débiles de la norma, que es joven, tiene tres años y necesita ajustes.
Por otro lado, el TC, en las citadas decisiones donde aprobó la LORE, dio carácter normativo al Manual de Buenas Prácticas en Eutanasia, un documento elaborado por el Ministerio de Sanidad junto con las comunidades autónomas y que recoge detalladamente los aspectos de aplicación práctica de LORE.
¿Por qué las enfermedades mentales generan debate sobre la provisión de eutanasia?
Pues bien, estas semanas, según ha podido saber este diario, el ministerio Salud está revisando el manual incluir claramente esa enfermedad mental puede provocar una solicitud de eutanasiaya que esto puede dar lugar a dos presunciones avaladas por LORE como reclamaciones de prestaciones: «enfermedad grave, crónica e incapacitante» y «enfermedad grave e incurable».
Este movimiento del Ministerio de Sanidad viene precedido de declaraciones de las Comisiones de Aseguramiento y Evaluación de la Eutanasia de Cataluña y Andalucía, que apuntan en la misma dirección. La enfermedad mental no está excluida del contexto de la eutanasia.
De momento, tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades autónomas que se han expresado sobre este tema otorgan al psiquiatra un papel predominante en las solicitudes de eutanasia por enfermedad mental como patología principal. Consideran necesario que el médico responsable o el médico de consulta en estos casos sea un psiquiatra.
Pero ¿qué opinan los psiquiatras sobre esta polémica? Manuel Martín, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), comienza destacando que no podría «más de acuerdo» con un psiquiatra que interviene en solicitudes de eutanasia por enfermedad mental, «lógicamente».
Es más, va más allá y recuerda que cuando la LORE estaba en marcha, el Sindicato, que él preside, solicitó que los comités de aseguramiento y evaluación de la eutanasia incluyeran siempre a un psiquiatra «para evaluar el estado emocional del paciente; en respuesta a su petición de morir de enfermedades oncológicas o no” y ahora repite esta demanda.
¿Hay psiquiatras en los comités de eutanasia? Martín afirma que «cada comunidad ha decidido por su cuenta». Explica que “en los Comités de Garantía y Evaluación de la Eutanasia Madrid, País Vasco, Cataluña o Aragón hay un psiquiatra; mientras En Navarra, por ejemplo, no hay ninguno.«.
En cuanto a si una enfermedad mental puede dar lugar a una petición de eutanasia, el presidente de la SEPSM pone sobre la mesa que estamos ante un «tema complejo» lleno de matices y grises. El uso de la eutanasia en el caso de enfermedades mentales tiene varias complicaciones. Por un lado, «es la dificultad de establecer el carácter terminal de la enfermedad, que no conducirá a la muerte del pacienteMartín recuerda que LORE exige que el paciente agote las alternativas terapéuticas que existen antes de realizar la petición.
Recordando que «Hay pacientes que no tienen acceso a los tratamientos necesarios, dado que, como demuestra la evidencia científica, estos tratamientos deben ser integrales y abordar aspectos como el entorno social del paciente o la psicoterapia. «Será necesario garantizar que el paciente haya tenido acceso a estos tratamientos integrales antes de que se procese cualquier solicitud de eutanasia, como exige la LORE».
Junto a esto, Martin señala la evidente dificultad de establecer la capacidad de acción del paciente;la autonomía de tu decisión«Es decir, saber con seguridad si la enfermedad habla en el pedido de muerte de esos pacientes. Porque «la realidad es que no existe una evaluación definitiva de la capacidad de funcionamiento de un paciente, ni existen profesionales capacitados para realizar esta evaluación en el campo de las enfermedades mentales.»
¿Se presenta un reclamo de eutanasia debido a una enfermedad mental?
Cabe señalar que entre las 576 enfermedades subyacentes de los solicitantes de la eutanasia, 205 (35,5%) fueron causadas por enfermedades neurológicas, seguidas por enfermedades oncológicas: 192, o sea el 33,33%. Cómo «otras enfermedades no especificadas«, que estaría fuera de la calificación prescrita y podría estar sujeto a casos de enfermedad mental, aparecen 68 solicitudes y, además, hay 48 solicitudes de las que «no hay datos».
En las condiciones de funcionamiento de la ley, se han producido solicitudes de eutanasia por enfermedad mental en estos años, según admiten los miembros de los Comités de Aseguramiento y Evaluación de la Eutanasia de varias comunidades autónomas, sin querer ser identificados ni detallar. En esos casos, incluso se practicó la eutanasia.
Ahora, con base en el informe anterior del Ministerio de Salud. No hubo psiquiatras involucrados en la evaluación de las solicitudes de eutanasia., ni como médicos responsables ni como médicos consultores. El doctor Excito Duque, médico de familia de Canarias y miembro del Grupo Nacional de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC), destaca que si la situación «planteó y provocó muchas dudas en la población y en la comunidad ; especialistas», por lo tanto, «creo que realmente es necesario cambiar Manual de buenas prácticas de eutanasia consolidar y aclarar los procesos en estos casos”.
En cualquier caso, Excito Duque admite que siempre ha existido «la opinión de que las enfermedades mentales no están excluidas de la LORE». También comprende el papel del psiquiatra en estos procesos, pero advierte que Un médico de familia es un especialista que «tiene un privilegio». para comprender mejor el entorno del paciente y así «comprender globalmente la situación del paciente que motiva la solicitud de la eutanasia».
«Y si en estas peticiones debe intervenir el psiquiatra, claro, pero en estos casos el papel del médico de familia también es fundamental», concluye.