¿Quién no lo sabe? diarrea del viajero? Todos hemos tenido que lidiar con ello en algún momento. Sabemos muy bien que las medidas preventivas son fundamentales. Por ejemplo, lávese las manos con frecuencia, no coma alimentos crudos ni hielo en lugares peligrosos, no nade en estanques donde no está claro quién vive en ellos o quién nada en su superficie.
Sin embargo, incluso tomando estas precauciones, bacterias y virus Pueden destruir nuestro partido. La buena noticia es que, además de las medidas mencionadas, hoy contamos con más estrategias para prevenir y reducir este tipo: diarrea. Y ahí es donde entran en juego los probióticos.
Probióticos. ¿Qué pueden hacer por nosotros?
Actualmente se están desarrollando miles de estudios sobre los posibles usos de los probióticos en diferentes zonas de nuestro cuerpo. Sobre esta pequeña pregunta gastrointestinal El problema es que sabemos que los probióticos pueden ser útiles no sólo para prevenir la diarrea del viajero, sino también para la diarrea aguda y la diarrea debida al uso de antibióticos.
¿Todos los probióticos son iguales?
Éste es el quid de la cuestión. Si lo que buscamos son probióticos para la diarrea del viajero, debemos sacar la lupa y encontrar dos cepas concretas: Saccharomyces boulardii y: Lactobacillus rhamnoss GG. Estas son las dos cepas probióticas con mayor evidencia científica, las más recomendadas por las Guías Alimentarias para prevenir la diarrea y restaurar la microbiota.
¡Ah! Y además de centrarnos en la «calidad» (es decir, elegir las cepas adecuadas), debemos garantizar la «cantidad». Para que sean eficaces, los probióticos deben formularse en una concentración suficiente. Esto, dicho de forma sencilla, es como cuando una persona va al supermercado a elegir «jamón de York». No basta con poner la palabra “jamón”, debe tener una concentración suficiente de chicha.
Probióticos + prebióticos. combinación perfecta
Además de las «bacterias buenas», es interesante que los suplementos probióticos que elegimos complementen la fórmula con prebióticos. Los probióticos son fibra, alimento para las bacterias. Es como si enviáramos las bacterias buenas en una mochila a los intestinos en un sándwich para asegurarnos de que cuando lleguen allí no tengan nada que llevarse a la boca, no se desmayen y vivan una vida bien alimentada. Otros ingredientes interesantes para añadir a la fórmula podrían ser ingredientes que ayuden al sistema inmunológico, como la vitamina D.
¿Cuándo deberías tomarlos?
¡Importante! Además de tomarlos en caso de diarrea, se recomienda empezar a tomarlos unos días antes de partir hacia el destino y continuar tomándolos durante las vacaciones.