La difteria aumenta en Europa. Se han notificado 224 casos en 2022 y 57 en 2023 (hasta el 11 de agosto), lo que da un total de 281 personas diagnosticadas y cuatro muertes, según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC). El promedio de casos desde 2017 hasta 2021 fue de 55 al año, por lo que durante 2022 se cuadriplicó la cifra, y en 2023 ya se ha superado la media. El informe indica que el número de casos parece ser menor en 2023 que en la segunda parte de 2022.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) explica que la difteria es una infección grave causada por cepas de bacterias llamadas Corynebacterium diphtheriae. Estas producen una toxina, que pueden llegar a afectar a las membranas mucosas de la nariz y la garganta, provocando incluso la muerte. Es muy poco frecuente en países desarrollados gracias a la vacunación generalizada contra la enfermedad. Sin embargo, muchos de los países con una atención médica limitada siguen experimentando altas tasas de difteria.
Los 281 casos fueron notificados por Alemania (206), Bélgica (37), Chequia (10), Eslovaquia (9), Países Bajos (9), Suecia (5), Letonia (3), Noruega (1) y España (1). Las dos muertes notificadas en 2023 ocurrieron en Bélgica y Letonia, y las dos de 2022 en Alemania y Eslovaquia. Es España no se notificaba un caso desde 2015.
Los datos del ECDC indicaron que la mayoría de los casos en 2022 fueron diagnosticados en centros relacionados con inmigrantes, y que la transmisión posterior se documentó en algunos casos también en estos. El ECDC no tiene conocimiento de ninguna evidencia que indique brotes en la población más amplia de la UE.
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Una de las posibles razones de este aumento puede ser el ingreso de personas que no están los suficientemente vacunadas, debido a la interrupción de su programa de inmunización como consecuencia de la guerra o el malestar social. La enfermedad como la difteria es particularmente propensa a propagarse en zonas y entornos muy poblados como los centros de refugiados, por lo que se debe ofrecer lo más rápido posible la vacunación, expone el informe.
«Aunque los casos pertenecen a migrantes que no estaban vacunados, se debe recordar que en España después del Covid-19 la tasa de vacunación ha bajado, debido a la información errónea que se dio sobre las vacunas», indica Javier Membrillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). En España los datos de cumplimiento del calendario vacunal antes de la pandemia rondaban el 95%, «y ahora son más bajos, y es algo a lo que tenemos que estar atentos». Expone que se debe tener presente que «la ciencia es ciencia, no opinión», y que para informarse se debe acudir a los profesionales de la salud.
Tras el aumento de difteria a nivel de Europa, se creó un consorcio paneuropeo para proporcionar más información sobre el perfil microbiológico. El consorcio identificó un total de 363 aislamientos, de los cuales el 95% vivía en un centro para migrantes, había llegado recientemente al país, o tenía vínculos estrechos con comunidades de migrantes.
El 85% de personas diagnosticadas con difteria fueron hombres. El rango de edad de los casos estuvo entre 0 y 92 años, aunque la mayoría (62%) se han concentrado entre los 5 a los 15 años.
De los 281 pacientes, 228 casos fueron infectados por Corynebacterium diphtheriae, y 53 por Corynebacterium ulcerans . Según Instituto nacional de seguridad y salud en el trabajo (Insst) la diferencia entre estas bacterias es que C. diphtheriae se transmite de persona a persona, principalmente a través de gotitas respiratorias, como la tos o el estornudo. Sin embargo, el contagio por C. ulcerans se produce generalmente por el contacto con animales o sus productos.
De los 228 casos causados por C. diphtheriae, 199 fueron cutáneos, 18 respiratorios, y el resto tuvo una manifestación clínica diferente. De los casos mortales, tres fueron atribuibles a infecciones por C. diphtheriae y uno a C. ulcerans.
DIFTERIA RESPIRATORIA
Cuando las bacterias entran y se adhieren al revestimiento del sistema respiratorio pueden causar: debilidad, dolor de garganta, fiebre leve y glándulas inflamadas en el cuello.
Las bacterias producen una toxina que mata los tejidos sanos del sistema respiratorio. Al cabo de dos o tres días, el tejido muerto forma una capa gruesa y gris que puede acumularse en la garganta o la nariz. Puede cubrir los tejidos de la nariz, las amígdalas, la laringe y la garganta, lo que dificulta mucho la respiración y la deglución. Si la toxina ingresa al torrente sanguíneo, puede causar daños al corazón, los nervios y los riñones.
El paciente con difteria respiratoria puede transmitir la enfermedad desde los 7 días antes del inicio de los síntomas hasta 2-3 semanas después, si no tiene el tratamiento adecuado, o durante 6 meses o más si se trata de un portador crónico; pero si el paciente es tratado adecuadamente con antibiótico, suele dejar de ser contagioso a las 48 horas.
DIFTERIA CUTÁNEA
En el caso de la difteria cutánea la bacteria puede infectar la piel, causar dolor, enrojecimiento e hinchazón. Así como llagas o úlceras abiertas. Sin embargo, las infecciones cutáneas por difteria rara vez resultan en una enfermedad grave.
PREVENCIÓN
La ECDC indica que difteria es una enfermedad rara en los países de la UE, y que la inmunización universal es el único método eficaz para prevenir la enfermedad mediada por toxinas. Esto incluye la administración de dosis de refuerzo. La aparición de la enfermedad en personas completamente vacunadas es muy rara.
Para lograr los niveles más altos de protección el informe de la ECDC anima a los países de la UE a considerar un amplio número de acciones que :
- Aumentar la conciencia sobre la enfermedad de la difteria, así como sobre la epidemiología actual de la enfermedad-
- Fortalecer la implementación de programas de inmunización de rutina, buscando lograr altas tasas de cobertura de vacunación.
- Implementar sistemas para identificar y llegar a la población no vacunada.
- Garantizar la provisión de dosis de refuerzo a la población adulta y anciana, considerando la disminución de la protección de la serie primaria.
- Promover y monitorear la equidad en el acceso a la inmunización. Esto se aplica particularmente a las poblaciones vulnerables o a los grupos de población en riesgo de ser marginados socialmente, como los inmigrantes, los refugiados y los solicitantes de asilo.