La amenaza mundial del sarampión se mantiene un año más. Todavía hay una elevada exposición de millones de niños sin vacunar a virus de la familia de los paramixovirus, el causante de la infección. «Los problemas estructurales causados por las guerras, los desastres climáticos y la falta de acceso a las vacunas impiden eliminar esta enfermedad infecciosa», lamenta Jordi Casabona, epidemiólogo y secretario del Grupo de ITS de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiologia Clínica (Seimc).
Tras años de descensos en la cobertura de vacunación contra el sarampión, los casos de sarampión en 2022 aumentaron un 18% y las muertes crecieron un 43% a nivel mundial (en comparación con 2021). Esto arroja un número estimado de nueve millones de infecciones y de 136.000 fallecimientos (en su mayoría niños), según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Estos dos organismos internacionales insisten en el problema de salud pública que supone la falta de inmunización. «Se trata de una infección grave y altamente contagiosa«, explica desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), su vicepresidente, Pedro Gorrotxategi. «El problema llega cuando un niño, que no ha sido vacunado, entra en una comunidad en la que hay fisuras en las tasas vacunales. Si hay circulación del virus, él y aquellos menores sin inmunizar generarán un brote«, recuerda Gorrotxategi.
El problema no se queda solo en los niños, sino también «en la población vulnerable«, como añade Casabona. «Personas mayores, adultos en los que el organismo pierde su escudo frente al virus; en ellos, puede generar un importante problema de salud».
En 2022, 37 países experimentaron brotes de sarampión importantes, en comparación con 22 países en 2021. De los países que experimentaron brotes, 28 estaban en la Región de África de la OMS, seis en el Mediterráneo oriental, dos en el sudeste asiático y uno en la región europea.
«El aumento de los brotes y las muertes por sarampión es asombroso, pero desafortunadamente no es inesperado dada la disminución de las tasas de vacunación que hemos visto en los últimos años», dijo John Vertefeuille, director de la División de Inmunización Global de los CDC. «Los casos de sarampión en cualquier lugar representan un riesgo para todos los países y comunidades donde las personas no están vacunadas lo suficiente. Es fundamental realizar esfuerzos urgentes y específicos para prevenir la enfermedad y las muertes por sarampión».
Cabe destacar que España fue declarada en 2017 país «libre de transmisión endémica de sarampión» por la OMS, reconociendo que los pocos casos y brotes que se identifican son consecuencia de importaciones desde otros países y no de circulación sostenida del virus en nuestro territorio.
En nuestro país, según el último informe del Instituto de Salud Carlos III, se comunicaron este año 49 casos, en solo nueve se confirmó la infección y todos menos uno fueron importados. «Por eso es importante que cada vez que un niño llegue a una nueva comunidad, desde pediatría ajustemos su calendario vacunal al que tiene sus iguales. Solo así estaremos todos protegidos», comenta Gorrotxategi.
Esto es importante ante los movimientos migratorios, «porque no todos los países tienen el mismo acceso a las vacunas y eso es lo primero que habría abordar», insiste Casabona. Además, el portavoz de la Seimc pone el acento en que en nuestro país tras el Covid volvemos a tener coberturas por encima del 95%, «y éstas son las necesarias para asegurar que el virus circulante no impacte. Por eso es importante hacer pedagogía e insistir en los beneficios de la vacunación».
La única forma de evitar el sarampión es con dos dosis de vacuna. En España está pautada y cubierta por la Sanidad en los primeros años de la vida. Si bien, como apunta el informe internacional, en 2022 se produjo un modesto aumento en la cobertura de vacunación mundial con respecto a 2021, todavía había 33 millones de niños que omitieron una dosis de la vacuna contra el sarampión: casi 22 millones omitieron su primera dosis y otros 11 millones omitieron su segunda dosis.
La tasa mundial de cobertura de vacunación de la primera dosis, del 83%, y de la segunda dosis, del 74%, todavía estaba muy por debajo de la cobertura del 95% con dos dosis que es necesaria para proteger a las comunidades de los brotes. «Hay que conseguir que las tasas sean superiores, porque, aunque se considere una enfermedad benigna, a veces tiene consecuencias graves», replica Casabona.
Los países de bajos ingresos, donde el riesgo de muerte por sarampión es mayor, siguen teniendo las tasas de vacunación más bajas, con sólo el 66%; una tasa que no muestra ninguna recuperación del retroceso durante la pandemia. De los 22 millones de niños que no recibieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión en 2022, más de la mitad vive en solo 10 países: Angola, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia, Madagascar, Nigeria, Pakistán y Filipinas.
«La falta de recuperación de la cobertura de la vacuna contra el sarampión en los países de bajos ingresos después de la pandemia es una señal de alarma para actuar. Al sarampión se le llama el virus de la inequidad por una buena razón. Es la enfermedad que encontrará y atacará a aquellos que no están protegidos», manifiesta Kate O’Brien, directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS. «Los niños de todo el mundo tienen derecho a estar protegidos por la vacuna contra el sarampión, que les salvará la vida, sin importar dónde vivan».