La investigadora Eva Martín del Valle, del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) ha liderado el desarrollo de un gel termosensible como tratamiento local para cánceres de mama HER 2+, que son de los que peor pronóstico presentan.
Se trata de un sistema innovador de liberación de fármacos para la terapia local del cáncer de mama que consiste en un gel termosensible e inyectable, a base del polímero Poloxamer 407 y goma gellan, y que incluye nanopartículas inteligentes para atacar el tumor de forma localizada.
El trabajo, publicado en Journal of Pharmaceutical Sciences y en el que también han colaborado investigadores de Ingeniería Química e Informática y Automática de la Universidad de Salamanca y del Instituto de Medicina Traslacional de Birmingham, se completará ahora con el desarrollo de modelos computacionales que simulen la aplicación de este gel para rellenar la zona reseccionada en las intervenciones de cáncer de mama.
Se está llevando a cabo un estudio, además, en colaboración con el profesor Sasa Kenjeres, de la prestigiosa Universidad de Delft, y que también se publicará próximamente, según ha indicado el IBSAL en su nota de prensa.
«Los sistemas locales de administración de fármacos son fundamentales en el tratamiento del cáncer, ya que ofrecen una serie de ventajas que mejoran la eficacia terapéutica y reducen los efectos secundarios asociados con los tratamientos convencionales», ha explicado Martín.
La responsable del grupo Nanotecnología para el Tratamiento del Cáncer del IBSAL trabaja desde hace años en biomateriales «que ofrecen oportunidades» para diseñar sistemas de administración más eficientes y específicos que «pueden revolucionar la forma en que se aborda el tratamiento del cáncer», mediante estrategias terapéuticas más personalizadas.
El equipo ha desarrollado un material que es líquido a temperatura ambiente y se transforma en sólido a temperatura fisiológica (37 grados), gracias a la combinación de los dos componentes utilizados, el polímero PF-127 y la goma gellan, ambos aceptados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU, como biocompatibles con el ser humano y utilizados normalmente en alimentación.
Este hidrogel contiene, además, un sistema de liberación nanotecnológico que permite «soltar» en una zona específica dos componentes farmacológicos: «Uno que frena la formación de nuevas células tumorales y otro que mata células tumorales. Combinamos así la reprogramación celular y la quimioterapia», ha indicado la catedrática.