Mañana dejaré de beber. Todas las noches durante años, Daniel se decía esa frase. Quería convencerse a sí mismo de que debía dejar de beber, de que la bebida se le estaba yendo de las manos. Pero amaneció el día siguiente y no sólo no paró, sino que aumentó las dosis. Llegó un momento en que beber seis vasos de licor de hierbas y ocho tercios de cerveza al día era normal. La vida cotidiana.
En lugar de desayunar café esos días, terminé un tiro. Cuando me levanté, me temblaban mucho las manos. Y sólo pude detener esos temblores bebiendo más. Tuve que beber alcohol porque si no no podría ir a trabajar. Y claro, se notaba, recuerda este madrileño de 50 años, que consiguió salir de aquella pesadilla gracias a un gran esfuerzo y ayuda. Dura tres años y medio. -más de 1270 días- sin probar una gota de alcohol.
Hace tres años y medio recayó varias veces. Estuve seis meses sin beber y pensé que había llegado a ese punto, que no pasaría nada si tomaba cerveza. Pero nunca sucedió. Al cabo de una semana ya consumía con la misma regularidad o incluso bebía más, de forma compulsiva, dice Daniel, que prefiere no dar su nombre real porque si bien su familia y amigos más cercanos conocen su historia, no todos los que lo rodean la conocen. . Y el estigma sigue ahígolpe fuerte.
Para aprender más
El consumo de alcohol entre menores ha aumentado desde 2021. Un tercio de los jóvenes entre 14 y 18 años han bebido en el último mes.
El consumo de alcohol entre menores ha aumentado desde 2021. Un tercio de los jóvenes entre 14 y 18 años bebió durante el último mes.
Logró salir del ciclo autodestructivo a través de un programa de abstinencia de alcohol en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, donde admitió que era un alcohólico con una enfermedad crónica que afrontar. de por vida.
Me he convencido de esto el alcohol siempre estará escondidoesperando una oportunidad, que te despidan, la muerte de un familiar, algo que te deje cojeando. Siempre tengo que tener esto en cuenta, enfatiza.
Además de los tratamientos, terapias y sesiones grupales de la Asociación ARACYL, Daniel también adoptó varias rutinas para evitar posibles tentaciones. No cruza las puertas de los bares que frecuentaba, no va a los mercados donde hay alcohol y se toma una pastilla todos los días que sabe que le hará sentir fatal si la toma en cualquier momento. hora del día. con alcohol. Uno de los cambios que experimentan los pacientes con trastorno por consumo de alcohol es lo que conocemos como atención selectivaUn sesgo atencional que hace que el paciente centre su atención en los estímulos asociados al alcohol, explican Berta Escudero y Laura Oro, especialistas del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital Universitario 12 de Octubre e investigadoras del Departamento de Psicología y Ciencias del Comportamiento. Universidad Complutense de Madrid.
El olor a licor común, pasar por un jardín donde solían embotellar o ver a alguien brindando pueden ser desencadenantes que capten la atención de un alcohólico y le impulsen a una conducta de consumo. El sesgo de atención es un factor de riesgo de recaída porque puede activar intensos deseos de consumo. Por tanto, reducirlo puede ser un objetivo terapéutico importante en los programas hospitalarios, comentan.
Escudero y Oro, junto con Francisco Arias, acaban de publicar una investigación en la revista. Comportamiento adictivo lo que indica que el sesgo de atención hacia el alcohol mejora significativamente durante la abstinencia en pacientes con trastorno por consumo de alcohol, un fenómeno que tenía Daniell.
en primer lugar No pude evitar mirar si pasaba por el balcón donde había bebedores de alcohol; Conté mentalmente hasta las botellas que había allí, si habían bebido tres cervezas y dos vinos. Ya no me pasa con la misma intensidad, pero Todavía evito ese tipo de estímulo.. Si me encuentro con amigos o miembros de la asociación, elegimos cafés donde sabemos que no hay alcohol, afirma.
Como explican Escudero y Oro, el consejo a los pacientes que han pasado por un programa de desintoxicación es eliminar por precaución este tipo de estímulos que pueden desencadenar conductas adictivas y tratar de evitar una posible recaída. Pero saber cómo varía la atención al alcohol en el proceso de recuperación es importante para ambos. identificar a los pacientes con mayor riesgo ayudar a las víctimas y sus familias. Para ellos es relevante y motivador que los prejuicios puedan mejorar con el tiempo y también ayuda a las familias a comprender el proceso y crear un ambiente que minimizar la exposición a posibles desencadenantesellos notan.
Una de las cosas más difíciles para Daniel es soportar la presión social en torno al alcohol. En cenas de empresa, en todos los eventos, en cualquier reunión. Siempre hay alcohol y gente que insiste en que tienes algo, que te estás perdiendo lo mejor y que no pueden salir contigo si no lo tienes, señala. Necesitamos normalizar que la vida social no tiene que girar en torno al alcohol, que está bien no beber.