Nuevos biomarcadores implicados, fármacos que acaban de ser aprobados por las agencias reguladoras e importantes ensayos clínicos en marcha que empiezan a dar sorprendentes resultados… Éste es el escenario que, durante los últimos tiempos, está alimentando la esperanza de las personas con lupus, una afección por la que el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan a los tejidos y órganos como la piel, los riñones, el corazón y los pulmones, entre otros, hasta el punto de poder comprometer la vida. Tal fue el caso, por ejemplo, de la cantante de la banda sonora de Twin Peaks, Julee Cruise, en junio del año pasado.
Pocos meses después, los medios sorprendieron con una noticia muy ilusionante: el primer caso de éxito de la inmunoterapia celular CAR-T contra esta enfermedad. Se trataba de una joven afectada a la que le extrajeron células de su propio sistema inmunitario para modificarlas genéticamente y volvérselas a introducir. Tras este tratamiento experimental, aplicado en el Hospital Universitario de Erlangen (Alemania), la paciente comenzó a notar la remisión de los síntomas e incluso desaparecieron los anticuerpos relacionados con la afección.
Repetido el logro en otros cuatro pacientes, se inició a principios de este año un estudio internacional en el que participan dos hospitales españoles: el Vall d’Hebron de Barcelona y el Gregorio Marañón de Madrid. La expectación está servida, pero sin olvidar la prudencia de la que debe ir acompañado cualquier ensayo clínico. Es necesario confirmar resultados en una población más amplia y verificarlos con un seguimiento a largo plazo.
Mientras tanto, hay que seguir indagando en el posible origen. Aunque se sabe que influyen factores genéticos y ambientales, la causa de esta enfermedad autoinmune aún es desconocida y, como afirma Ana Pérez Gómez, responsable de la Sección de Reumatología del Hospital Príncipe de Asturias HUPA-Alcalá de Henares, «conocer el desencadenante ayudará a acabar con la enfermedad». Eso sí, en los últimos años se ha avanzado mucho.
Según la especialista, aparte de mejorarse el diagnóstico precoz, se han sumado «nuevos agentes terapéuticos y se ha mejorado el manejo de los más antiguos», lo que deriva en «cambios en el pronóstico y reducción de la letalidad de la enfermedad». Por ejemplo, «estamos utilizando menos los corticoides, por lo que se están reduciendo el riesgo cardiovascular y el de infecciones», argumenta la experta. Ayuda mucho tener como opción varios fármacos biológicos (menos toxicidad y menos efectos secundarios): el rituxima, el belimumab o el anifrolumab, último en incorporarse al arsenal terapéutico del lupus.
«Ninguno funciona para todo ni para todos porque la enfermedad es muy heterogénea», advierte Pérez Gómez. De hecho, los expertos apuntan que en un 20% a un 30% de los afectados no se consigue controlar la enfermedad y esto tiene implicaciones y daños irreversibles. En palabras de la reumatóloga, «aumenta el riesgo cardiovascular, puede afectar a la capacidad pulmonar, inflamación de los vasos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares, daño renal…». Precisamente, la cantante y actriz Selena Gómez tuvo que someterse a un trasplante de riñón a causa de la evolución del lupus.
Erupción de mariposa
Es una enfermedad potencialmente grave que merece un diagnóstico lo más precoz posible y cuanto más y mejores tratamientos se vayan sumando, más fácil será poner freno a los daños que ocasiona.
Cabe recordar que el lupus afecta a unas 80.000 personas en España, que es más frecuente en mujeres (nueve de cada diez adultos) y, habitualmente, en edades de entre 20 y 40 años. Se caracteriza por brotes con sintomatología muy diversa: fatiga, dolor articular, ojo seco, dolor de cabeza, fotosensibilidad, alergia al sol, lesiones eritematosas… La más característica es una erupción cutánea roja con forma de mariposa en las mejillas y la nariz tras la exposición al sol.